Por Rodrigo Lloret (*)
Tal como adelantó PERFIL en su edición del sábado pasado, la relación bilateral entre Argentina y China podría volver a complicarse por el viaje que Cristina Kirchner debería realizar a Beiijing en un par de semanas. La tensión entre la Casa Rosada y el gigante asiático, hay que recordarlo, aumentó desde el plantón del último verano de Cristina al presidente chino Hu Jintao, en medio de la disputa por las reservas del Banco Central. Pero esta vez, los culpables de un nuevo faltazo no serían Julio Cobos ni Martín Redrado, sino Diego Maradona y Lionel Messi.
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Es que si la Selección avanza hasta la final de la Copa del Mundo, Cristina se verá en la difícil situación de decidir si se queda en Buenos Aires para recibir al equipo, o si mantiene en pie su promesa de visitar Beijing. La final de Sudáfrica se jugará el 11 de julio, precisamente, dos días antes de que la Presidenta se reúna con Hu en una cita pautada para el 13 de julio.
Parece un tema menor, pero no lo es. Por lo menos, para el gobierno argentino. En el kirchnerismo se está evaluando la posibilidad de realizar un viaje relámpago a Sudáfrica para presenciar la final, en el caso de que Argentina llegue a esa instancia. Pero, luego de ese partido, Cristina debería volar hacia Beijing, dejando que los jugadores argentinos sean recibidos en Buenos Aires por, nada más ni nada menos, que el vicepresidente Cobos en ejercicio de la presidencia.
Raúl Alfonsín abrió los balcones de la Casa Rosada para que Maradona festeje la conquista de México 86 junto con los argentinos en la Plaza de Mayo. Carlos Menem volvió a hacer de anfitrión para que, otra vez, Maradona celebre el subcampeonato de Italia 90. ¿Los Kirchner no se subirán a una posible ola triunfalista de Sudáfrica 2010? El resultado del “efecto Bicentenario”, que le devolvió aire electoral a Néstor Kirchner, genera dudas en el oficialismo sobre la posibilidad de privarse de una tentadora foto con Maradona.
“Queremos que a la Selección de Argentina le vaya muy bien en Sudáfrica, eso representaría una gran alegría para todos. Pero deseamos que la visita de la presidenta Cristina Kirchner a Beijing no se posponga”, alertó ante PERFIL un diplomático chino. Desde el gobierno asiático recuerdan, por caso, que reagandar el encuentro de ambos jefes de Estado demoró muchos meses desde aquel fracaso de la bilateral de enero pasado.
Pero esta vez la pelota podría volver a complicar la relación con China: el principal mercado del mundo.
* Editor de Internacionales del Diario Perfil
* Editor de Internacionales del Diario Perfil
