La Federación Agraria Argentina (FAA) presentará el martes próximo un "plan de lucha" a la Comisión de Enlace que integra junto al resto de las entidades agropecuarias con representación nacional, advirtiendo que el país "está al borde de una nueva crisis". Así lo adelantó hoy el presidente de la Federación, Eduardo Buzzi, en el marco de 96º Congreso de la entidad, a la espera de lo que se descuenta será su reelección como titular por un nuevo período.
"No vamos a dejar que nos conviertan en una segunda camada de productores desaparecidos, sepan que vamos a pelear, sepan que vamos a proponer un plan de lucha con acciones contundentes y no confundan que se trata de una conspiración política ", anunció Buzzi. La reunión, sin embargo, sirvió una vez más para demostrar que si bien Buzzi mantiene el poder formal en la FAA, debe hacer un enorme esfuerzo para convivir con el carisma de Alfredo De Angeli, que muchas eclipsa su propio liderazgo. El congreso en cuestión ratificó esa realidad, porque al entrerriano le resultó prácticamente imposible caminar, debió posar para centenares de fotos y atender a la gente como si fuera él y no Buzzi el líder del sector. Además, las presión de De Angeli por medidas más duras obliga a Buzzi a hacer equilibrio y se convierte en un factor de presión insoslayable.
Ayer el titular de la FAA reclamó al Gobierno "no más confrontación, no más irracionalidad", ya que "la Argentina esta al borde de una nueva crisis". "Vamos a proponer el próximo martes en la reunión de la Comision de Enlace una serie de medidas que salgan de este Congreso", señaló Buzzi quien, si bien no quiso anticiparse al sentido de los reclamos, admitió que en la FAA "hay un ánimo de volver a la protesta". Esa es justamente la impronta de De Angeli, que en cada discurso desata pasiones con palabars duras y si luego Buzzi no sigue esa huella parece más débil. "Nos sentimos como en los '90 y queremos salir. Hemos denunciado que estamos como los chicos en penitencia, nos mandaron al rincón", expresó Buzzi.
Cuando le tocó hablar, De Angeli empujó la vuelta a las protestas, pero aclaró que se buscarán "otras alternativas a los cortes de ruta, porque lo de las rutas ya fue". A su modo, el entrerriano también modifica a veces sus discursos para no dejar a Buzzi malparado. Por eso, intenta en ocasiones ser más paciente con su verborragia.
Volviendo a Buzzi, criticó la falta de respuesta por parte de las autoridades nacionales, al decir que "no nos gustan los monólogos, no hay una contraparte". El Congreso de la FAA, que culminará mañana, se desarrolla en el Patio de la Madera de la ciudad de Rosario, con la asistencia de unos dos mil productores agropecuarios bajo el lema "Federalismo y Políticas Públicas para una Agricultura con Agricultores".
En su transcurso, Buzzi cuestionó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por ir a saldar deudas con organismos internacionales en un momento en el que el campo se encuentra en plena crisis.
"El Gobierno le quiere pagar a todo el mundo y en el país la producción agropecuaria está en un mal momento. Argentina está al borde de una nueva crisis", alertó.
El acto de apertura contó con la presencia del gobernador santafesino Hermes Binner, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, el vicepresidente de 1º de FAA, Pablo Orsolini, representantes de entidades ruralistas de Chile, Uruguay y Paraguay, y centenares de productores autoconvocados.
Buzzi hizo un repaso de lo sucedido durante el conflicto del campo y defendió la alianza con la Sociedad Rural Argentina (SRA), aunque dijo que compartía objetivos con los sectores de izquierda que estuvieron en la Federación, como el Foro Nacional de Agricultura Familiar.
No obstante, advirtió que "ese sector, justamente espantado por los acuerdos con la entidad que representa a los grandes terratenientes, corrió hacia los brazos del kirchnerismo luego del 11 de marzo". También recordó que "el gobierno nacional abandonó el perfil productivista de los años 2002-2004, beneficiando actualmente al sector financiero, algo igual a lo ocurrido en los '90, teniendo como verdaderos ejes medidas fiscalistas y rerecaudatorias".
"El gobierno nacional y popular es el que más deuda pagó en los últimos 50 años", expresó al respecto.
Además, justificó la reforma impositiva que impulsa Binner, aclarando que "nos estamos poniendo de acuerdo en el tema del inmobiliario rural".
Un párrafo aparte le dedicó a los subsidios que otorgó el gobierno por la sequía diciendo que "de los 25 millones de pesos asignados a las provincias a Santa Fe le corresponden 6 millones, es una burla en donde las pérdidas superan los 2.000 millones de pesos, por eso hace falta una reforma a la Ley de Emergencia en serio".