Tanto el vicepresidente Amado Boudou como el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri enfrentan sendas causas judiciales que provoca una inevitable comparación en la opinión pública la cual es usada por opositores u oficialismo para elevar una opinión sobre cada caso.
Los estados procesales. La principal diferencia entre ambos funcionarios es que por un lado, Macri está "procesado" en una causa por espionaje ilegal en la ciudad de Buenos Aires, donde se lo investiga por la red montada por el agente Ciro James para espiar a políticos y empresarios. Mientras que Boudou se le imputa un delito de corrupción bajo la forma "negociaciones incompatibles con la función pública" al haber presuntamente adquirido la empresa quebrada Ciccone. El vice debió asistir a brindar una declaración indagatoria, de la cual el juez Ariel Lijo podría definir o no su "procesamiento".
Acusaciones políticas. En ambos casos, tanto Macri como Boudou alegan que las denuncias en su contra son operaciones políticas sin fundamento jurídico real. Macri afirmó que la causa formaba parte de "una operación en su contra" que desde el PRO atribuyeron "al kirchnerismo", al tiempo que cuestionó el trabajo del juez federal Norberto Oyarbide. Boudou, por su parte, aseguró este lunes durante la indagatoria ante Lijo: "Lo que sucede en este juzgado tiene que ver con mi actuación en política y no con que haya cometido ningún delito". Y lanzó: "Con el linchamiento que me están provocando le están enviando un clara señal al sistema político en Argentina".
Las inclinaciones políticas de los jueces. En el caso de Mauricio Macri quien dictó su procesamiento es Oyarbide, juez acusado por miembros de la oposición por dictar fallos que beneficiarían al kirchnerismo. El magistrado que indagó a Boudou, Ariel Lijo, fue acusado por el oficialismo de "trabajar para Magnetto".
El juicio político. La oposición presentó en distintas ocasiones proyectos parlamentarios para pedir un juicio político o impeachment al vicepresidente. Sin embargo, el número de legisladores necesarios en el Congreso para convocarlo no sería suficiente, por lo que la medida no prosperaría. En el caso de Macri, se sometió a un proceso en la Legislatura de inicio de juicio político. Tras responder las preguntas de los legisladores porteños, se formó una Comisión Investigadora que resolvió que no había ningún elemento para hacerle juicio político al jefe de Gobierno porteño.
Cantidad de pruebas. Contra Boudou son muchas, tanto que gran parte de la declaración indagatoria de ayer contra el vicepresidente fue usada por el juez Lijo para leer los hechos y la extensa lista de pruebas que habría como para dictar un eventual procesamiento. En el caso de Macri, en cambio, quedó por lo pronto a salvo de ir a juicio oral y público dado que que el juez federal Sebastián Casanello consideró que aún no hay "pruebas suficientes" en su contra. Entre los imputados que sí irán a juicio están el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios, el ex espía Ciro James y el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski.
¿Asociación ilícita? o el futuro de las causas. La sentencia judicial de Casanello puso en duda la existencia de una "asociación ilícita" en el caso de Macri. Será la Cámara Federal la que decida la suerte final del jefe comunal. Del lado de Boudou, según versiones de especialistas jurídicos sobre Boudou, la Justicia podría complicar aún más la situación procesal del vicepresidente asignándole este delito.