Sin paracaídas, Alitalia vuela directo a la quiebra

La amenaza de quiebra de Alitalia se concretó de forma brutal ayer con el anuncio del administrador de la aerolínea italiana de que no podrá garantizar sus vuelos a partir de mañana por no poder pagar el combustible y que ese día empezarán los despidos de personal. “El lunes no nos suministrarán más kerosén”, declaró Augusto Fantozzi, el comisario extraordinario del gobierno italiano para administrar Alitalia.

Fantozzi también anunció que si no se logra un acuerdo de última hora para salvar Alitalia, a partir del lunes se iniciará el proceso de despido de tripulaciones de los aviones que la compañía no usa en la actualidad.

Fantozzi confirmó que está obligado a dejar en paro técnico a partir del lunes a las tripulaciones de los 34 aviones que la compañía no utiliza, aunque no se llegará al extremo de despedir a todos los empleados hasta que “no haya nada más que hacer”.

Alitalia, que sobrevive gracias a los aportes del Estado italiano, está al borde del abismo desde que los empresarios italianos que iban a salvar la compañía se retiraron de las negociaciones el viernes por la falta de acuerdo con los sindicatos, que rechazaron las propuestas de disminuir salarios y días de vacaciones y la adopción de un contrato único, previstas por el plan de rescate. Alitalia, de la que el Estado italiano posee 49,9%, pierde tres millones de euros por día. Ya se declaró insolvente y pasó a estar bajo administración extraordinaria el 29 de agosto.

Su quiebra sería un serio revés para Silvio Berlusconi, que prometió encontrar empresarios italianos para salvar la aerolínea, tras una fracasada operación de venta a Air France-KLM debido a la oposición de los sindicatos.

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