El escándalo del caso Skanska, por los sobreprecios pagados durante la ampliación del Gasoducto del Norte y el presunto pago de coimas a funcionarios del Gobierno, tiene un nuevo capítulo. Se trata de nuevos pagos irregulares a constructoras, que habrían cobrado $20 millones más de lo presupuestado.
El dinero habría sido cobrado a fin del año pasado por las constructoras Skanska, BTU y Contreras Hermanos, al finalizar las obras iniciadas en 2005, según informa hoy el diario La Nación.
Antes de comenzar la ampliación, Transportadora de Gas del Norte (TGN), había protestado porque las constructoras habían presupuestado con un sobreprecio que alcanzaba los 80 millones de pesos. Pero el Enargas le ordenó contratarlas, pese a las protestas.
Sin embargo, en el caso de los costos adicionales o sobreprecios II, TGN no habría aprobado los pagos -salvo una pequeña excepción en el caso de la constructora sueca Skanska- aunque su aprobación era indispensable para que, a su vez, el Enargas ordenara a Nación Fideicomisos pagarles a las constructoras.
Por su parte, BTU, Skanska y allegados a Contreras Hermanos, aseguran que los pagos fueron autorizados por TGN, y que se trató de costos adicionales. Pero si no hubo aprobación de TGN, son el Enargas y Nación Fideicomisos quienes deberían explicar los pagos, y no las tres constructoras.
Néstor Ulloa, ex gerente general de Nación Fideicomisos, está acusado junto con el ex titular del Enargas, Fulvio Madaro, en la causa Skanska, por el presunto pago de sobreprecios en la construcción del Gasoducto del Norte. Aunque el caso es más conocido por el presunto pago de coimas, por 13,4 millones de pesos, que Skanska confesó haber realizado.
Según los datos de La Nación, BTU habría cobrado 11 millones de pesos por costos adicionales; Contreras Hermanos, 6,2 millones de pesos, y Skanska, 2,6 millones de pesos. Las constructoras aseguran que Nación Fideicomisos todavía les adeuda dinero por esos costos adicionales.