El dueño de un geriátrico acusado por la muerte de cuatro ancianos como consecuencia de un incendio en 2012, en el barrio porteño de Floresta, fue sobreseído por el Tribunal Oral número uno por cuestiones de salud.
La medida benefició a Carlos Bagbudarian, de 63 años, propietario del geriátrico "Josefina", ubicado sobre la calle Mariano Acosta 171. En la madrugada del 9 de junio de 2012, un incendio presuntamente causado por ropa secándose cerca de una estufa causó la muerte de cuatro ancianos de entre 80 y 91 años, y heridas a otra veintena de pacientes.
Bagbudarian fue procesado por "incendio culposo agravado por haberse producido la muerte de cuatro personas, en carácter de autor penalmente responsable", y en esa condición llegó a la etapa de juicio. Pero en el ínterin sufrió "un síndrome cerebral psico-orgánico con deterioro global psíquico y labilidad frente a situaciones de estrés que le impide desempeñarse con plenitud médico legal en un juicio abreviado".
Los jueces del tribunal oral, Alberto Huarte Petite, Luis Salas y Martín Vázquez Acuña valoraron informes médicos que indican que "el cuadro que padece el causante resulta irreversible, y que no puede esperarse una mejoría en sus síntomas, sino todo lo contrario".
Así, por razones de salud, dispusieron el sobreseimiento del imputado, "haciendo expresa mención de que la formación de la presente causa no afecta el buen nombre y honor del que hubiere gozado con anterioridad".