Los brigadieres esperan con ansias el regreso al país de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras su gira por Medio Oriente. El escándalo del narcoavión que aterrizó el pasado 2 de enero en el aeropuerto El Prat, en Barcelona, con casi una tonelada de cocaína, terminaría esta semana con el pase a disponibilidad de varios oficiales de la cúpula de la Fuerza Aérea.
Una sustanciosa denuncia anónima, que ya se encuentra en la Justicia, y una serie de papers que circularon por estos días en los pasillos del Edificio Cóndor generaron vértigo entre los experimentados aviadores que conducen la fuerza.
Todo indica que los 944 kilos de cocaína que transportaba el jet Challenger 604, piloteadopor los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá junto a Matías Miret, fueron cargados en la Base Aérea de Morón (BAM).