No se sabe si es un exceso de optimismo o si es parte de un relato para que no se desinflen los globos de entusiasmo dentro de la administración de Cambiemos. Pero en la cúpula del Gobierno no hay datos negativos de la economía, ni filtraciones de internas en el gabinete, ni traspiés en el Congreso que logren cambiar el discurso optimista.
“Estamos cumpliendo a rajatabla el plan con el que asumimos”, aseguró un importante funcionario con despacho en Casa Rosada. Los números negativos que difunde el propio Indec parecen no hacer mella. Afirman que la inflación ya la tienen domada, que la obra pública ya está en marcha y que lo único que esperaban era “un poco más” de la tasa de actividad.
En el Ministerio de Hacienda, en tanto, cuentan que Alfonso Prat-Gay también se muestra calmo ante cada indicador que muestra que los brotes verdes todavía no lograron germinar. “Tranquilos, sabíamos que iba a dar así”, responde mientras a otros los carcome la ansiedad.
En la Jefatura de Gabinete, que conduce Marcos Peña, aseveran que son “superoptimistas” porque hay “muchos” indicadores que les permiten aventurar un mejor clima para marzo o abril. Se apoyan en el blanqueo, en la “reparación histórica” a los jubilados y en lo que estiman que será una cosecha récord.
Las internas en el gabinete y los malestares de Mauricio Macri también buscan desmentirlos. Y ponen la mira en lo que consideran que es la impunidad del off the record. ¿El periodismo miente o hay funcionarios que usan el anonimato para filtrar las rencillas? No obstante, de cara al retiro del que participarán los ministros la semana próxima en Chapadmalal, al funcionario se le escapa su idea: “Vamos a calibrar la gestión para los próximos tres años”. Significa que hay algo que está descalibrado.
En el plano político también hacen oídos sordos a interpretaciones generalizadas en el mundo político. Para muchos, esta semana fue la peor para el Gobierno en términos políticos, obligado a negociar por Ganancias y por la emergencia social, y recibiendo un duro golpe por el freno de sectores del peronismo a la reforma electoral que impulsaba Macri.
“Este país no para un segundo, ayer (por el miércoles) celebrábamos los acuerdos y hoy (jueves) todos hablamos de la reforma electoral”, se lamentaban en la Rosada. Es que ahí consideran que los acuerdos con la oposición y con los movimientos sociales fueron un triunfo político. Hasta llegan a decir que al desactivar el proyecto opositor de emergencia social les dieron a los movimientos “una salida”, luego de lo que consideran que fue una “marcha flojísima”. Son puntos de vista.
En el medio, siguen mirando el escenario electoral 2017. Como no podría ser de otra manera, también son “superoptimistas”.