Ayer terminaron de reconstruir el mausoleo en el que descansan los restos de Néstor Kirchner, en Río Gallegos, después de que se detectaran serias averías, según informó la agencia OPI Santa Cruz.
El edificio, levantado por el empresario oficialista Lázaro Báez, sufrió la rotura de la cúpula y de los paños de blindex ubicados encima del féretro presidencial, desde donde los visitantes lo observan cuando
ingresan al recinto. Pero el principal problema es que la causa de esos defectos es el movimiento del suelo sobre el que está erigido el mausoleo: al parecer, no soporta el peso de la mole de cemento. Y ese problema no fue abordado aún.
De acuerdo a lo que describió OPI, operarios de Austral Construcciones (la empresa de Báez) repusieron los paños de blindex que se partieron y soldaron la cúpula del mausoleo, a través de la cual ingresa la luz natural. Mientras se colocaban, uno de los paños cayó sobre la escalera: cada uno mide 3,20 metros de alto por 1,20 metros de ancho y pesa 320 kilos.
Para evitar nuevos inconvenientes, los ingenieros consultados por la agencia de noticias indicaron que es necesario apuntalar el edificio desde afuera, algo que todavía no se hizo. Es que sería la
única forma de impedir que el suelo siga cediendo provocando un resquebrajamiento en las paredes y problemas en la estructura del mausoleo.
La mole de cemento fue construida por Báez para homenajear a su amigo. La intención es que sea la bóveda familiar de los Kirchner, ya que hay lugar para ubicar diez féretros.