En las próximas 24 horas, los médicos presidenciales determinarán cuándo y cómo será el regreso de Cristina Fernández de Kirchner a la escena política. Los especialistas planificarán el "ritmo de regreso" de la Presidenta tras obtener los resultados de los exámenes cardiológicos a los que fue sometida este fin de semana.
La jefa de Estado cumplió con estricto rigor el reposo en la Quinta de Olivos, mientras se practicaba los estudios electrocardiográficos, según consignó el último parte médico dado a conocer de manera oficial.
El estudio con el Holter al que se somete Cristina busca monitorear su actividad cardiológica. Los médicos neurocirujanos Facundo Manes y Gerardo Bozovich habían dispuesto el estudio el 23 de octubre, semanas después de la intervención en la clínica Favaloro, donde se le extrajo un hematoma intercraneal.
Este estudio "prolongado durante este fin de semana" servirá, de acuerdo con el último parte médico, para que el lunes se pueda "reevaluar médicamente" a la Presidenta "para determinar el ritmo de regreso a las tareas habituales".
De todas formas, se aclaró que Cristina tiene prohibido trasladarse en helicóptero hasta un nuevo estudio neurológico por al menos 30 días. De esa forma, acorde a la voz del cuerpo médico, la Presidenta podría cumplir sus funciones desde Olivos, sin concurrir a la Casa Rosada adonde habitualmente se moviliza en esa aeronave.
Agenda pesada. Las decisiones que tiene pendientes la mandataria no son sencillas. En ausencia de la Presidenta se generaron expectativas de todo tipo: desde cambios en el Gabinete nacional -donde suena el nombre del gobernador entrerriano, Sergio Urribarri-; la sanción de nuevas medidas económicas, y hasta recambio de autoridades en el Congreso y la definición de la conducción del PJ.
Aún así, se espera que el regreso de Cristina sea progresivo. Según consignó el diario La Nación, en el Gobierno creen que sólo cumplirá funciones protocolares y firmará decretos hasta contar con la aprobación médica para encabezar actos públicos, inauguraciones y pronunciar discursos.
De tal manera, la mandataria tomará decisiones junto a sus colaboradores mediante reuniones en Olivos, alejada de sus formas habituales y los anuncios en primera persona.