Por si no se nota en la foto-carnet que le da inicio a este texto, aclaro que el autor de estas líneas es pelado. Para no quedarme afuera de los chistes de mis colegas sobre mi calvicie (en su momento, prematura), acostumbro agitar un librito del INADI que circula por las redacciones, donde se recomiendan “Buenas prácticas en la comunicación pública”