La reacción de Cristina Fernández de Kirchner ante las declaraciones que aseguran que los 800 mil dólares que ingresó de forma ilegal al país Guido Antonini Wilson estaban destinados al financiamiento de una campaña política enfriaron la relación bilateral del país con los Estados Unidos.
“No hay planes de llamar al embajador Wayne a Washington y, por lo tanto, no hay planes de que él viaje a Estados Unidos”, dijo al diario PERFIL una fuente de esa embajada, donde han adoptado la muy diplomática actitud de esperar a que el tiempo contribuya a mejorar una relación bilateral que ha descendido a su peor nivel en los últimos 20 años.
Más allá de que los habituales voceros de esa embajada se han vuelto herméticos, PERFIL pudo saber que el conflicto bilateral está provocando por lo menos dos consecuencias de peso. En primer lugar, ha quedado en suspenso el viaje a Argentina del subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Tom Shannon, el funcionario que instrumenta la política exterior estadounidense en esta parte del mundo.
Shannon pensaba visitar a la presidenta Kirchner en enero, como él mismo anunció en Washington, pero ahora no parece tener muchas ganas de viajar a Buenos Aires. “ El viaje no ha sido cancelado, pero ya no está en el radar de Shannon”, dijo otra fuente, que sigue de cerca la relación bilateral.
En segundo lugar, las críticas de Cristina a las “operaciones basuras” que saldrían de Washington, en alusión a la investigación judicial en una corte de Miami por el Valijagate, han caído muy mal en Estados Unidos.
“Antes de la asunción de la presidenta había una buena voluntad del gobierno norteamericano para colaborar con Argentina, por ejemplo en la renegociación de su deuda con el Club de París. Ahora, esa buena voluntad ya no puede existir. Y no se sabe cuál será la actitud de los socios de Estados Unidos que también tienen su peso en el Club de París”, afirmó este último informante. Más información en la Edición Impresa.