Luego de varias semanas de ataques sistemáticos contra la Iglesia por los matrimonios gay, Cristina Kirchner saludó hoy muy cariñosamente a un obispo en su visita a Chascomús. Antes de que se iniciara el acto de inauguración de la Bloquera S.A., la Presidenta se levantó de su silla, bajó del estrado y fue a saludar especialmente, en la primera fila de los asistentes, al monseñor Carlos Humberto Malfa.
El locutor del evento, desorientado, relató que “la Presidenta ahorá esta saludando al Obispo Malfa", lo que generó gran sorpresa por la distante relación que los Kirchner mantienen desde hace años con el Episcopado de casi todo el país. Sin embargo, el prelado del pueblo de la laguna y de los Alfonsín también saludó con efusividad al ex presidente Néstor Kirchner cuando visitó la ciudad en 2005.
De hecho, el obispo de Chascomús siempre se acercó a saludar a los distintos presidentes que llegaban a la ciudad y tanto con Raúl como su hijo Ricardo ha tenido una buena relación, según contó gente de su entorno a Perfil.com. De todos modos, se trata de un religioso de perfil bajo que no se entromete en los debates públicos, por eso no hizo comentario alguno sobre el debate de las bodas gay.
Gobierno vs Iglesia. El divorcio entre la Iglesia y los Kirchner quedó bien plasmado cuando el último 9 de Julio Cristina volvió a ausentare en el Tedeum de la catedral de Tucumán para evitar los comentarios de respaldo al matrimonio homosexual por parte del arzobispo local Héctor Luis Villalba. Lo mismo hizo la Presidenta en el Tedeum del 25 de Mayo en la Catedral porteña. Al final acudió a la Catedral de Luján, donde no iba a recibir críticas.
Como Presidenta, Cristina Kirchner se reunió con el Cardenal Bergoglio unas tres veces: el 19 de diciembre de 2007, apenas asumió, el 27 de noviembre de 2008 y el 17 de marzo de este año, cuando el Arzobispo le recriminó la "escasa calidad institucional".
Currículum. Licenciado en Psicología y Teología (Universidad Pontificia de Roma), Malfa se hizo sacerdote en la Catedral de Mar del Plata en 1978. En 1996 paso a encargarse de la parroquia Nuestra Señora de la Paz de Pinamar, donde bautizó a la hija de José Luis Cabezas, meses después del asesinato del reportero gráfico de la revista Noticias. Y en 2000 se trasladó a la dióceisis de Chascomús, donde ha permanecido hasta hoy.