Con un mega operativo del Servicio Penitenciario Federal (SPF), el Hospital Universitario CEMIC, sede Saavedra, vivió horas intenas este lunes. Es que hasta allí fue trasladado el empresario patagónico Lázaro Báez, desde el penal de Ezeiza, para cumplir con una serie de estudios médicos.
La diligencia fue avalada por el juez federal Sebastián Casanello, quien investiga a Báez en la causa por la ruta del dinero K. Ni bien terminen de realizar los estudios, el empresario regresará al complejo penitenciario.
La defensa de Báez intentó, meses atrás, que se le otorgara el beneficio de la prisión domiciliaria. Sin embargo, Casanello rechazó el planteo en base a un informe realizado por peritos especializados.
No obstante, el estado de salud del empresario dista de ser el mejor: ingresó a prisión en abril de este año con un historial de arritmias, diabetes e hipertensión. Días después, debió ser atendido en el Sanatorio Los Arcos por una descompensación cardíaca que los médicos del penal de Ezeiza no pudieron controlar. Al mismo centro de salud tuvo que acudir en junio pasado, por una arritmia que tampoco pudo ser atendida en prisión.
Baez está preso desde el 5 de abril de 2016 por orden del juez federal Sebastián Casanello, quien consideró que había "peligro de fuga" cuando el empresario tomó un avión sin plan de vuelo. También está procesado por el juez Claudio Bonadío y por el juez Julian Ercolini, en causas que lo vinculan con una presunta asociación ilícita, que Baez habría integrado con su contador y su abogado de confianza.