Un conductor. 400 pulsadores. Una serie de preguntas que deben responder los asistentes. La imagen, que podría ser la misma que la de un programa de entretenimientos, no fue nada divertida para el anfitrión: Mauricio Macri. Es que cuatro de cada diez de sus funcionarios más importantes aseguraron que no veían al líder de PRO como presidente en 2015.
La encuesta fue parte de un encuentro del Gobierno porteño, junto a los dirigentes más importantes del PRO, realizado en el Hotel Intercontinental hace diez días. En él cada uno de los 400 funcionarios convocados tenía un pulsador similar a los que utilizaba Julián Weich en Trato hecho (ver aparte) por los cuales debía ir respondiendo distintas preguntas que presentaba el jefe de Gobierno de forma anónima. Una de las “consignas” era si los funcionarios lo veían a Macri como presidente.
Sorprendentemente sólo el 61% contestó afirmativamente. El 28% respondió que “no”, y el 11% “no sabe/no contesta”. Otra de las preguntas fue: "¿Vas a trabajar para que Mauricio sea presidente?". En este caso el resultado arrojó que el 98% estaba dispuesto a hacerlo. Ante esto el líder del PRO, más distendido, bromeó que iba a buscar a los infiltrados que no estaban dispuestos a ayudarlo.
Otra de las preguntas que generó risas tuvo que ver con las consecuencias de las inundaciones. “¿Cómo califica la coordinación del sistema de emergencias?”, se podía leer en el Power Point. El resultado fue lapidario: el 85% respondió “poco” o “mal”. En ese momento no fueron pocos los que observaron la cara de fastidio del ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, y del funcionario a su cargo que se ocupa de las emergencias, Néstor Nicolás.
La reunión se realizó en el segundo subsuelo del hotel céntrico a las 8.30. Entre café y medialunas participaron ministros, subsecretarios y directores generales. Estaban la vicejefa, María Eugenia Vidal; el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta; el secretario general, Marcos Peña; y los ministros Francisco Cabrera (Desarrollo Económico), Graciela Reybaud (Salud) y Néstor Grindetti (Hacienda), entre otros.
Tras la encuesta, Macri aprovechó para intentar transmitir un mensaje positivo: si bien trazó un panorama de los “peligros” que sufría el país, también intentó, sin mucho éxito, entre sus propios funcionarios, posicionarse como la alternativa al kirchnerismo en 2015.