Un camionero casi se convierte en el primer muerto del paro del campo

Un cinturón y la suerte evitaron ayer que el conflicto entre el Gobierno y el campo se llevará la primera vida. “La verdad es que tuve suerte, ahora podría estar muerto”, aseguró a Perfil Ignacio Iribarne, un camionero que recibió una puñalada a la altura del riñón derecho durante un enfrentamiento con otros camioneros que intentaron cruzar a la fuerza un piquete sobre la ruta 205, en el acceso a la localidad bonaerense de Roque Pérez.

El “Vasco”, como lo conocen en Roque Pérez a Iribarne, estaba caminando cuando sintió un puntazo que lo mareó y lo dejó tendido en el piso. “Yo estaba al lado de él cuando un grupo de camioneros se nos vino y comenzó la pelea. Me pude dar vuelta y veo al que tenía el cuchillo: tenía un sombrero tejano y una campera de cuero negra”, cuenta Andrés Quintana mientras Iribarne, desde la cama del hospital local, asentía con la cabeza.

La herida de Iribarne tiene unos 12 centímetros de profundidad y los médicos le hicieron una sutura de ocho puntos. “El cinto me salvó porque era grueso, me lo cortó. Estos venían haciendo problemas en otros piquetes, uno de Lobos fue el que estaba agitando y encendió la mecha”, relató el “Vasco” después de explicar que ellos apoyan el paro porque se dedican a transportar cereales.

“Si no tenemos esa carga no podemos trabajar”, agregó el herido, que volvió a nacer a los 55 años. 

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