Quienes se encuentran oficiando de “mediadores” en el conflicto con el agro argumentan encontrar un punto intermedio entre la situación del 10 de Marzo y la Resolución 125 y dicen que “ambas partes deben ceder”.
Lo cierto es que el campo ya cedió en cinco oportunidades a cambio de nada. 10% en un primer momento, luego 20% después 24%, más tarde 27,5% por ultimo 35%. Por lo que el nuevo punto de partida es: Resolución 125 versus cero retenciones.
A diferencia de los que nos gobiernan y ya que el sector está formado por gente trabajadora y además de trabajadora, con sensibilidad social; entre lo impuesto por la Resolución 125 y acorde con el argumento de “comida a precio accesible” para la ciudadanía, el punto a considerar es el siguiente (al menos para el caso de la soja, hay que desarrollar el resto de los cultivos): Productos primarios para la elaboración de alimentos “gratis” en la Argentina, esto se logra con un 15% de retenciones. Y si no es una cuestión de plata, como dijo el Ejecutivo, se soluciona el tema de la comida.
Posteriormente, y ya que se trata de una cuestión de plata, se puede establecer una alícuota variable de retención adicional que sea tomado a cuenta del Impuesto a las Ganancias. De esta manera se vigorizan las economías provinciales, dado su carácter coparticipable.
Se puede lograr una formula que contemple el precio del fertilizante Nitrogenado, Fosforado y el Gas Oil (o barril de petroleo). En caso que alguna alícuota exceda el 33%, esa retención excedente debe poder imputarse a “cuenta del impuesto a las ganancias”.
De esta manera se van a mejorar los presupuestos provinciales y municipales donde se podrán realizar planes de viviendas y capacitación, con programas que permitan “sacar” a la gente de las villas de las ciudades capacitándolas y consiguiendo trabajo ya que en la situación previa al 10 de Marzo habían muchas zonas con pleno empleo y problemas para conseguir mano de obra para las fabricas, la construcción, etc.
Con mejores presupuestos los Municipios pueden mejorar la educación y la salud, además de garantizar la alimentación a los mas necesitados (comedores comunitarios en los pueblos a cargo de las Municipalidades).
Por otra parte, ni siquiera el Congreso puede aprobar una ley confiscatoria e Inconstitucional, y de hacerlo, hay que averiguar la forma que se los pueda demandar por daños y perjuicios al sector productor y a la sociedad toda (aplicable también al Ejecutivo). Por ello no puede excederse del 33% la alícuota de la “retención”, además hay que tener presente que después de eso hay que tributar ganancias (con topes del 35%). Recordar que la lechería tiene un 37% de retención y estuvo en el 50%.
Considero que la mejor redistribución de la riqueza es el pleno empleo y un campo pujante lo logra por efecto derrame. Se invierte en maquinaria, mejoras, construcciones, etc. y el hombre de campo no se lleva nada al exterior. El pago del impuesto a las ganancias es una herramienta adecuada: gana más, paga más. 35% de 1000 son 350, y 35% de 2000 son 700. Sería bueno que los políticos estudiaran un poco más de economía.
*Ingeniero Agrónomo y consultor agropecuario.