Después de más de 20 horas de discusión, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de despenalización del aborto hasta la semana 14 de embarazo, en un debate que se notó más maduro y avanzado respecto al de 2018. Sobre las 7.23 de la mañana de ayer el tablero mostraba 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones, lo que reflejó una distancia de 14 votos, cuando hace dos años había sido de apenas 4. En el tramo final de la sesión también se aprobó por unanimidad el plan Mil Días, una iniciativa complementaria a la IVE que resguarda a las embarazadas y a los niños de hasta 3 años en condiciones vulnerables.
El debate, el primero después del inicio de la pandemia con una participación mayoritariamente presencial, volvió a tener discursos encendidos y sorpresas por el cambio respecto al 2018 como fueron los casos de la misionera Flavia Morales, que mutó de celeste a verde; la santacruceña Roxana Reyes, Aída Ayala, Sofía Brambilla y Héctor “Tito” Stefani que lo hicieron en sentido inverso; o las abstenciones de referentes como el jefe partidario radical Alfredo Cornejo o el jujeño Daniel Ferreyra, que denunció amenazas.
Por tratarse de un proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo hubo una fuerte presencia de integrantes del gabinete que se acercaron al Congreso a dar su respaldo. Elizabeth Gómez Alcorta y Vilma Ibarra, a quienes luego se sumó Carla Vizzoti, siguieron de cerca casi toda la sesión desde uno de los palcos y se sumaron a una foto conjunta, en una movida similar a la que se realizó con el Aporte Solidario y Extraordinario.
“No hubo presiones, pero le recordaron a los propios diputados celestes que fue Alberto Fernández el que permitió una vez más la llegada al Parlamento del proyecto”, admitieron desde el Frente de Todos. El papel de los gobernadores, en tanto, no tuvo tanta injerencia como sucedió hace dos años aunque se espera que ganen protagonismo en las próximas semanas en el Senado.
Precisamente, algunos cambios en el texto original son los que podrían permitir que se alcancen los votos necesarios en la Cámara alta, en una maniobra consensuada para no tener que incorporar nuevas modificaciones y obligar a que el texto vuelva a Diputados. La objeción de conciencia institucional, que aclara cómo debe manejarse una clínica u hospital en el caso de que ninguno de sus profesionales quiera realizar el procedimiento, y las disposiciones en torno a las menores de 13 a 16 años que desean llevar adelante la práctica, fueron dos de los cambios.
El cruce Massa-Ritondo. Sobre el final de la sesión, el jefe del bloque del PRO salió a hacerle un reclamo a viva voz al presidente de la Cámara por la invasión de la hinchada verde en los palcos. “Incumplió su palabra”, lo increpó.
Según comentaron a PERFIL dirigentes que participaron de la sesión, Ritondo se había acercado previamente para anticiparle a Massa, con quien mantiene un estrecho vínculo, que le iba a hacer un planteo público por la gran molestia que generó en su bancada el “aguante” militante. Ante eso, el tigrense le respondió que a ambos sectores se le permitió el ingreso.
