POLITICA
gustavo cinosi

Un empresario allegado a la Presidenta es socio de un acusado en el Lázarogate

Tiene cuatro empresas con Jorge Chueco, señalado por el blanqueo de 65,7 millones de dólares de Báez. Llegada directa a los EE.UU. Galería de fotos

Cinosi (de barba) junto a CFK, Pagani y Magnetto, en 2007, cuando ya organizaba eventos y viajes para la entonces primera dama.
| Cedoc

Desde que Helvetic Service Group se convirtió en la dueña de “La Rosadita”, los nexos con el Gobierno comenzaron a plasmarse en el directorio de la financiera utilizada por Lázaro Báez para el supuesto blanqueo de más de 65 millones de dólares. Un funcionario de Enargas, Jorge Cerrota, integró el directorio de SGI tras la salida de Federico Elaskar, su antiguo dueño. Pero hay otro hombre clave puesto por la firma suiza. Jorge Oscar Chueco es uno de los abogados acusados por el fiscal Juan Carlos Campagnoli de orquestar la maniobra para lavar los fondos de Báez.

Chueco es “representante legal” de Helvetic, una misteriosa firma suiza manejada por argentinos, pero cuyos verdaderos dueños no salen a la luz. Chueco es uno de los dos autorizados para operar en la cuenta bancaria de la firma suiza. No es sólo un abogado puesto por Helvetic. Es socio en cuatro empresas de Gustavo Cinosi, un empresario de nexos íntimos con el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, y de llegada directa a Cristina Fernández de Kirchner. Es un hombre conectado con medio gabinete K y de fuertes conexiones con la Embajada de los Estados Unidos.

Hoteles, turismo y stands. Cinosi es el dueño del Sheraton Pilar y organizó viajes de Cristina Fernández de Kirchner a los Estados Unidos y a España cuando la entonces primera dama buscaba ser mandataria. Compartió cenas con la Presidenta en la quinta de Olivos que quedaron registradas en los medios, como la del 23 de diciembre de 2009, junto a los empresarios más influyentes del país, y se sentó a la mesa con Zannini y el canciller Héctor Timerman en el Council de las Américas.

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Es un hombre con llegada directa a los ministros Julio De Vido y Enrique Meyer (Turismo).

Cinosi y Chueco son socios desde 2005 en cuatro empresas: Ferias & Eventos, Southam Consulting Group, Tecnología y Medio Ambiente, y Grupo Calafate SA. En esta última, comparten directorio con Carlos Gianni, beneficiado con dos contratos sin licitación por 15 millones de pesos para stands en Tecnópolis. Las ferias y los stands también son un negocio recurrente de Cinosi. Figura en Expochacra y Exposium, entre otras empresas del rubro.

El Chino y el Tío Sam.
Cinosi es un personaje largamente conocido en la Casa Rosada, donde siempre lo consideraron un nexo insuperable con la Embajada de los Estados Unidos en Argentina.

Más de una vez los funcionarios lo vieron junto a Vilma Martínez, quien el jueves pasado se despidió como embajadora durante el encuentro por el Día de la Independencia de los Estados Unidos celebrado en Buenos Aires. La línea privilegiada de comunicación vincula directamente a Cinosi con el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.

Un 5 de agosto de 2006, sólo por contar un caso, los periodistas lo vieron llegar al Complejo de Chapadmalal en su Audi A8 gris metalizado. En el asiento del acompañante, Zannini se disponía a encabezar un acto de Compromiso K.

A través de SGI, Báez habría sacado del país 65,7 millones de dólares. Con esos fondos, depositados por Helvetic en Suiza, se compraron bonos de la deuda argentina. Luego se vendieron y se depositaron los resultados en la cuenta de Austral Construcciones, la empresa de Báez. Así lo reconstruyó el fiscal Campagnoli, quien acusó a Chueco de ser uno de los abogados responsables de la maniobra. Chueco viajó a Suiza junto a Martín Báez, hijo de Lázaro, y el contador del empresario K, Daniel Pérez Gadín, a lo largo de 2011 y 2012, mientras se orquestaba la maniobra denunciada por el fiscal.

PERFIL intentó comunicarse con el abogado de Chueco para consultar a su cliente y a su socio Cinosi, pero no quiso atender a este diario.