En una solicitada publicada el viernes 30 en el diario Crónica, el sindicato mecánico (Smata) acusaba de “anarquía” a “quienes quieren imponer representatividad a través de la violencia”, además de acusar a partidos de izquierda por incentivar tal ejercicio anárquico.
Pedían la acción de la Justicia para solucionar el conflicto de Gestamp antes de amenazar con “ejercer nuestro derecho a la defensa”. La solicitada responsabilizaba con gravedad a la izquierda, que en el último período ganó posiciones en algunas fábricas de la zona.
El 16 de mayo, en la puerta de Volkswagen, ante una volanteada para pedir la solidaridad con Gestamp, una patota de varias decenas de hombres identificados con la lista Verde había atacado a golpes a ocho trabajadores de la autopartista.
Luego de que este sábado el gobierno bonaerense dictara la conciliación obligatoria en Gestamp –y después de que las partes acataran la resolución, retirándose los obreros de las instalaciones tomadas–, el titular Ricardo Pignanelli disparó: “Fueron desvinculados con justa causa. La toma violenta se llevó con la complicidad de algunos partidos”.
Ayer, fuentes de Gestamp manifestaron su sorpresa luego de que se dictara la conciliación obligatoria por parte del gobierno bonaerense.
Aseguran que “podría constituir una incitación a la ilegalidad y a la extorsión al brindar el mensaje de que un grupo minoritario, sin el aval de su representación gremial, puede irrumpir por la fuerza en una fábrica y mantenerla ocupada y paralizada durante días sin consecuencias”.