POLITICA

Un ex embajador uruguayo acusa a Timerman de "crear incertidumbre con Twitter"

Alberto Volonté, durante mucho tiempo delegado diplomatico en Buenos Aires, consideró "muy preocupante" que el canciller argentino "haga saber lo que piensa a cada momento" sobre el tema Botnia.

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| Cedoc

En una entrevista con el diario de Montevideo El Espectador, el ex embajador en la Argentina, Alberto Volonté, cuestionó al canciller  Héctor Timmerman por su "falta de prudencia" al utilizar Twitter excesivamente, por "la ausencia de un protocolo" y reclamó que defina su posición sobre cómo se realizará el monitoreo conjunto para la planta UPM ex Botnia, la cual ambos gobiernos están negociando estos días.

"Que un ministro del Interior, que un ministro de Economía recurra a Twitter y haga saber a la opinión pública, hasta por razones de transparencia, qué es lo que piensa en cada momento, en fin, no lo veo muy conveniente pero no me parecería mal", opinó el ex diplomático.

"Pero los cancilleres tratan temas de otro orden, sumamente delicados, y este es uno de ellos. Por tanto que una de las partes, en este caso el canciller argentino, diga –lo estoy leyendo– que los diarios La Nación y Página 12 están más cerca de cómo están las cosas que el diario Clarín, implica que dé pistas a su país, a sus ciudadanos, e indirectamente a los nuestros, mediante un juicio de valor en el que establece que hay un sector de la prensa de su país que está más rumbeado, como si esto fuera un tema de baqueanos, y otro que está lejos de la verdad y el acierto. Esto crea mucha incertidumbre, y en temas de esta naturaleza la incertidumbre es sumamente preocupante", continuó Volonté al periódico uruguayo El Espectador.

El ex embajador también se lamentó de esta manera por los hábitos de 'Twitterman': "Uno ve que la cancillería uruguaya, que el ministro Almagro está en silencio, un silencio prudente, pero por el otro lado la cancillería argentina, por medio de su canciller permanentemente recurriendo a Internet, nos dice cosas que están y se entrecomillan (...) La prudencia se pierde cuando dos cancilleres están negociando algo tan delicado y se comprometen –lo que me parece bien– a no decir nada hasta que el tema se haya arreglado".