El todavía titular de la AFIP, Carlos Fernández, ocupa la escena como reemplazante de Martín Lousteau, pero ninguno habla de su pasado alfonsinista. Es cierto que eso no es un pecado, pero es ridículo que desde el jefe de Gabinete, Alberto Fernández hasta su tocayo de la AFIP traten de negar la forma en que se ganaron la vida años atrás, cuando ingresaron a la función pública desesperados por conseguir un sueldo todos los meses.
En las gacetillas oficiales figura que Carlos Fernández fue director nacional de Coordinación Fiscal con las Provincias entre 1989 y 1997. Y que ese año asumió como subsecretario bonaerense de Política y Coordinación Fiscal, donde estuvo durante seis años. También se señala que en el 2003 fue subsecretario de Relaciones con las Provincias. En 2006 reemplazó a Carlos Mosse, como secretario de Hacienda. Al año siguiente lo nombraron en lugar del ministro de Economía bonaerense, Gerardo Otero, pero Daniel Scioli no lo ratificó y entonces el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, lo designó como subsecretario de Evaluación Presupuestaria, hasta que logró colocarlo al frente de la AFIP.
En ninguna parte se cuenta que el nuevo titular de la AFIP trabajó para el gobierno de Alfonsín desde 1986 hasta la llegada de Carlos Menem.
Según figura en los registros del Anses, Carlos Fernández se desempeñó desde ese año hasta 1989 en la administración alfonsinista. El nuevo titular de la AFIP trabajó en la Tesorería General de la Nación, al mismo tiempo que Alberto F., el actual jefe de Gabinete, era director de Sumarios y subdirector General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía. La coincidencia, más allá de que entonces y ahora estén juntos, es que ambos pretendieron desterrar de su pasado su "militancia alfonsinista".
Carlos Fernández ha vivido dos meses de ascenso meteórico. Saltó de ser el número dos de Alberto Fernández a titular de la AFIP y ahora reemplaza a Martín Lousteau. Su bajo perfil asegura que será Néstor Kirchner en que siga ordenando lo que se hace con la Economía.