POLITICA
Opinin

Un frente complicado y otro en evolución

El gobierno nacional rechaza pagar el precio político de obligar a los asambleístas de Gualeguaychú a levantar el bloqueo. Y en el Congreso, crece otra polémica.

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A poco mas de una semana del fallo de la Corte internacional de Justicia de La Haya sobre la pastera Botnia, el gobierno nacional rechaza pagar el precio político de obligar a los asambleístas de Gualeguaychú a levantar el bloqueo.

La decisión de la Casa Rosada de esperar, para intentar convencer a los asambleístas que una medida de fuerza de ese tipo es desconocer el fallo del tribunal al que los dos países se acogieron, sin obligación alguna, podría socavar el "reencausamiento" de la relación bilateral que quieren imprimir tanto Cristina Fernández como José "Pepe" Mujica.

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Los asambleístas ya han ratificado su pronunciamiento por la relocalización de Botnia -algo que no convalidó la Corte de La Haya- y algunos de ellos se mostraron intransigentes, en ese aspecto. Es más, muchos se exaltaron hoy porque en sus declaraciones, tanto Fernández de Kirchner como Mujica se comprometieron a cumplir el fallo y hablaron "como si el conflicto hubiera terminado".
En ese contexto, parece lógico que en la asamblea a celebrarse en los próximos días en Gualeguaychú se determine proseguir con el corte. ¿Qué hará el gobierno? Pocos lo saben.

Pero el protagonismo del conflicto por la pastera Botnia, rápidamente puede ser desalojado por el espectáculo que, todas las semanas, rodea al Congreso Nacional. A las frustradas sesiones en Diputados por la falta de consenso en la mayoritaria oposición, o por las picardías de un kirchnerismo disminuído que intenta boicotear los tratamientos de temas que le son desfavorables, se sumó hoy la polémica que envolvió a un sector de la centroizquierda, el que encabeza Martín Sabbatella.

Si bien esa corriente del progresismo, enfrentado al segmento que lidera "Pino" Solanas, aduce que el kirchnerismo le prometió ayer en la reunión de labor parlamentaria que el proyecto sobre el matrimonio gay se iba a tratar, lo cierto es que en varias oportunidades los acuerdos entre oficialismo y oposición se han roto. ¿Ingenuidad? Sin embargo, este episodio revela otro punto: la división en la centroizquierda vernácula. Un Proyecto Sur enfrentado con el gobierno nacional en distintas temáticas -a las que se suman hechos como el del "intruso" en el Ministerio de Economía Jorge Larosa, que enfrentó a Claudio Lozano, primero con Amado Boudou y luego con Julio De Vido- y el grupo de Nuevo Encuentro, que coincide en muchos casos con el oficialismo y en otros con la oposición.

Lo cierto es que, para satisfacción del kirchnerismo, el Congreso Nacional sigue dando muestras de atomización de la oposición. Desde que se inició la actividad legislativa, distintos momentos marcaron la fragmentación del Acuerdo Cívico y Social -Carrió versus Cobos, Cobos con diferencias con su propio partido la UCR, los radicales contra Carrió-; la diferencias en el Peronismo Federal en el que convergen distintos intereses; y ahora la marcada fractura del espacio centroizquierdista. Divide....

 

(*) Agencia DYN