POLITICA

Un nuevo ciclo

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Hace una semana, Cristina Kirchner celebró la llegada de su nieto Néstor Iván. Hijo de Máximo Kirchner y Rocío García, se convirtió en el primer nieto de la familia presidencial.
Llegó después de que en agosto de 2011, Rocío perdiera un embarazo y luego del nacimiento en diciembre de ese año, de Néstor Ricardo, nieto de Alicia Kirchner. No fue la mejor noticia para la Presidente, que hubiera querido “resguardar” ese nombre para su primer nieto.
El advenimiento de Iván le dio alegría a días tristes que había pasado CFK horas antes. Es que Cristina venía de la pérdida de uno de los perros con los que convive en la quinta de Olivos y que hace pocos meses presentó en sociedad a través de su cuenta de twitter. La atención médica y constante preocupación de la mandataria no lograron salvar al can de las heridas que le dejó otro de los perros de Olivos.
Los altibajos en la salud de la mandataria llevó a que después de la muerte del ex presidente, Néstor Kirchner, se instalara una guardia médica en la residencia. De esta forma
se pueden tratar a tiempo congestionamientos musculares, estrés, o cualquier urgencia de rápida solución, con profesionales propios.