El operativo de seguridad la Policía de la Ciudad frente al Congreso Nacional mostró este lunes un cambio de estrategia respecto al de la semana pasada, a cargo de la Gendarmería Nacional, ya que en lugar de reprimir desde el inicio se buscó primero contener la avanzada de los manifestantes hacia el palacio legislativo, aunque los efectivos se vieron desbordados en varias ocasiones.
Unos 1.000 efectivos de la fuerza porteña fueron desplegados para esta ocasión, con un mínimo apoyo de la Policía Federal, aunque estaba acordado que si la situación se complicaba, como finalmente ocurrió, se iban a convocar refuerzos: finalmente se logró el objetivo principal del operativo, que era garantizar la continuidad de la sesión por la reforma previsional.
El ataque de prolongada intensidad por parte de los manifestantes encontró a una primera línea policial resistiendo y evitando la fractura del cordón: en ese caso quedaba liberado el Congreso y "ahí pudo haberse registrado una tragedia", indicaron fuentes policiales consultadas por NA. Una de esas embestidas fue registrada en un video que fue difundido por las redes sociales en las que se ve claramente la inferioridad numérica de la fuerza de seguridad.
Es por esta razón que luego se pidieron refuerzos por parte de la Policía Federal y Gendarmería, que sirvieron de apoyo para mantener el control de la situación.