Las declaraciones del jefe de bloque K, Agustín Rossi, que adelantó que el Ejecutivo vetará todas aquellas leyes aprobadas por el Congreso sin el apoyo del oficialismo, encendieron la alerta en las bancadas de la oposición, que serán mayoría a partir del próximo 10 de diciembre, sobre el poder real que tendrá el nuevo Parlamento votado el 28 de junio.
Vetocracia. El diputado Juan Carlos Morán, de la Coalición Cívica, fue el primero de los diputados en hablar de una eventual vetocracia . El 24 de agosto, cuando Cristina manifestó su intención de vetar la Ley de Emergencia agropecuaria aprobada por ambas cámaras "por error", sostuvo que sentaba un precede preocupante, que ahora las palabras de Rossi parecen confirmar.
"La verdad es que yo anuncie la sospecha de que se venía la vetocracia en 2010 porque lo que uno veia era que Néstor Kirchner, lejos de leer la elección del 28 como un mensaje de que tenía que cambiar el manejo de poder, aceleró", dijo Morán a Perfil.com. "Lo hizo concentrando más facultades y poder en el Ejecutivo, con susperpoderes, con facultades delegadas, prórrogas de impuestos hasta 2011, emergencia económica y a su vez la eliminación de la crítica con control medios de comunicación", enumeró.
Para Morán, quien aseguró que"Rossi ha expresado hoy una frase lamentable", estas medidas son "la antesala de la vetocracia " ya que "con todo esto durante 2011 se gobierna desde el Ejecutivo por decreto y vetos a las leyes que saque la oposición".
Candado al Congreso. La situación tampoco sorprendió al diputado radical Miguel Ángel Giubergia y su bloque. "Era lo que veníamos alertando", sostuvo a Perfil.com y añadió que "a partir del 10 de diciembre el oficialismo por orden del matrimonio [Kirchner] va a ponerle candado a las puertas del Congreso".
El jujeño coincidió con Morán sobre las medidas que el kirchnerismo ha impulsado para gobernar sin el Parlamento de aquí a 2011 y sumó otro factor de poder: el control oficial del Consejo de la Magistratura, un aspecto nada mejor teniendo en cuenta las numerosas investigaciones judiciales contra funcionarios del Gobierno.
"La gente fue clara; votó y dio una respuesta contundente a esta manera altanera y prepotente de manejo y construcción de poder", sentenció Giubergia quien apuntó que el máximo desafió de la oposición será llevar adelante la voluntad de las urnas al Congreso.
Capricho. Por su parte, Francisco De Narváez, de Unión-PRO sentó su posición a través de un comunicado. "El veto es una atribución presidencial, pero no se puede utilizar caprichosamente", dijo y aclaró que "si la Presidenta abusa de los vetos será una muestra más de que el kirchnerismo le falta el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas".
"Que la Presidenta asuma el costo político de vetar leyes aprobadas por los representantes del pueblo y de las provincias", desafió el Colorado en una recorrida por la provincia de Buenos Aires con miras a la futura elección de 2011 en la que competirá por la gobernación.