La provincia de Buenos Aires es, sin dudas, uno de los mayores focos donde se combinan pobreza extrema y conflictividad social. Es por eso que la gobernadora, María Eugenia Vidal, puso en marcha a mediados del mes pasado un plan de $ 9.200 millones de asistencia social.
Ante el aumento de los chicos y adultos que comienzan a rebasar la capacidad de muchos comedores comunitarios, el programa incluye fortalecerlos con 450 toneladas de alimentos por mes. Además, un aumento del 100% a comedores escolares (1,5 millón de chicos) y duplicar el plan Más Vida (tarjetas alimentarias) que alcanza a 300 mil personas. Como a nivel nacional, se reforzaron los merenderos comunitarios y se elevó a 10 mil meriendas diarias.
En la Gobernación revelaron que la deuda con comedores escolares en diciembre era de $ 740 millones; y que en el plan Más Vida la gestión de Daniel Scioli dejó un atraso de seis meses.
También se duplicaron los montos para la asistencia de hogares de niños y jardines comunitarios que afectan a unos cuatro mil chicos de la Provincia. El sciolismo debía cinco meses. Como sea, los reclamos de la agrupación Barrios de Pie la semana pasada pusieron el tema de la asistencia social como eje.
En ese marco, entre las zonas “calientes” del Conurbano, identifican cuatro municipios. Avellaneda (donde gobierna el intendente ultrakirchnerista Jorge Ferraresi) y Merlo (con el peronista Gustavo Menéndez, de buen diálogo con el PRO) por la primera sección; La Matanza (con la peronista Verónica Magario, a quien en el macrismo ven con desconfianza) y Quilmes (con el chef macrista Martiniano Molina), por la tercera sección. Son los puntos del territorio bonaerense que pueden enfentar a la Gobernación a un estallido social. Barrios de Pie anunció que volverá a pedir alimentos para repartir entre sus comedores, y para ello la semana que viene concurrirá a “hipermercados a pedir una ayuda solidaria”. Luego de haber realizado cortes con ollas populares el martes en distintos puntos del Gran Buenos Aires, la agrupación que dirige Daniel Menéndez cuestionó “el silencio de la gobernadora” a sus reclamos. Pero en La Plata resaltan que se está ocupando del tema.