“El odio de Leuco no tiene límites”, disparó el panelista de Intratables Diego Brancatelli, luego de escuchar un informe en el que el conductor de Le doy mi palabra criticaba al Papa Francisco por sus reiterados encuentros con dirigentes kirchneristas, a los que calificó de “nefastos” y de ser “el símbolo de la corrupción, el enriquecimiento ilícito y el autoritarismo”.
“(Alfredo) Leuco está lleno de odio. En cada palabra carga resentimiento”, continuó Brancatelli, quien criticó el apelativo de 'régimen' utilizado por su colega para calificar al gobierno de Cristina Kirchner y reivindicó las decisiones del Papa de encontrarse con dirigentes del Frente para la Victoria. “Es alguien inteligente, que conoce a la perfección la Argentina, que ha tendido puentes, que ha revolucionado la fe”, aseguró Brancatelli, y sintetizó: “En vez de respetar a los creyentes, a los argentinos y los católicos, denosta a todo el mundo con esta bajada de línea”.
Su enojo se debía a que Leuco, a pesar de decir “admirar” al Papa, a quien consideró en su programa de radio “el argentino que más lejos llegó y que más transformaciones revolucionarias está realizando en todo el planeta”, criticó duramente “las fotos sonrisas y afectos” con que recibió a dirigentes kirchneristas, “íconos decadentes, probadamente reñidos con la ética”.
En Le doy mi palabra, programa que conduce por Radio Mitre, Leuco dijo entender “su simpatía hacia los regímenes populistas de la región, incluido el kirchhnerismo”, pero consideró “un disparo en sus pies, en sus propias convicciones, que reciba con afecto a dirigentes sindicales, sociales o políticos que son el símbolo de la corrupción, el enriquecimiento ilícito y el autoritarismo” y criticó “el silencio ante los perseguidos por el régimen de Cristina y el de Hugo Chávez”. “Lo del rosario bendecido a Milagro Sala es un paso más inquietante y peligroso todavía. Ella es la patrona del mal”, insistió. El conductor insistió en que no cree que Francisco “esté proponiendo una sociedad con corruptos y violentos”, pero aseguró que “cuando su corazoncito aterriza por estas Pampas, hace macanas”.