El Ministerio de Defensa argentino se vio enredado en un presunto caso de corrupción internacional, luego de que en Alemania se desatara un escándalo por el supuesto pago de sobornos de la empresa Ferrostaal –que fabrica barcos y submarinos- a los gobiernos de Argentina, Colombia, Portugal, Egipto e Indonesia.
El escándalo se conoció la semana pasada, cuando la revista alemana Der Spiegel, reveló que la empresa pagó a “un empleado del Ministerio de Defensa argentino” una suma “de seis cifras en euros”, dinero “que al parecer compartió con otros dos oficiales de la marina de alto rango”; al tiempo que destacó que se sospecha que la compañía multinacional "pagó sobornos a la Guardia Costera Argentina en el año 2006, a cambio de contratos".
La misma nota reveló que Ferrostaal AG habría sido la favorecida con la adjudicación en Colombia del contrato de 28 millones de euros para la adquisición de una embarcación, gracias al pago de coimas por "entre 625.000 y 850.000 euros a funcionarios clave en la Armada Nacional y el Ministerio'' de Defensa.
Tras conocerse la polémica, Colombia anunció que pedirá información a las autoridades alemanas sobre los supuestos sobornos. "El Ministerio de Defensa Nacional (....) manifiesta que requerirá de las autoridades alemanas las informaciones correspondientes sobre el particular, con el propósito de adelantar las investigaciones a que haya lugar", indicó en un extenso comunicado en el que reseñó su relación con Ferrostaal, informó la agencia AFP.
La fiscalía de Múnich, Alemania, sospecha que la empresa Ferrostaal -que fabrica embarcaciones, máquinas, herramientas, instalaciones industriales y está presente en el sector del acero- también ha sobornado para vender submarinos a distintos países entre los que se incluye a la Argentina y Colombia.
El Ministerio colombiano, en tanto, reconoció que en 2009 suscribió un contrato con la empresa Ferrostaal "para el diseño, construcción y dotación de una patrullera de costa". Y puntualizó: "Para el contrato realizado con la firma alemana, cuyo plazo de ejecución es hasta el 15 de diciembre de 2010, se adelantaron previamente los estudios de mercado, con cotizaciones y especificaciones técnicas de astilleros de Israel, Alemania, Holanda, Méjico, Italia, España, Chile, Corea, Canadá, entre otros, siendo el astillero Fasmmer el único que cumplió la totalidad de las condiciones”.
Mientras tanto, la fiscalía de Múnich investiga entre otros al cónsul honorario de Portugal en esa ciudad, Jurgen Adolff, quien podría haber recibido 1,6 millones de euros en sobornos por interceder. Según la revista Spiegel el cónsul honorario organizó a mediados de 2002 "una entrevista directa" entre José Manuel Barroso, en ese entonces primer ministro portugués, y un dirigente de Ferrostaal. Tras el escándalo, Lisboa suspendió la semana pasada a Jurgen Adolff y aseguró a las autoridades alemanas que podían contar con su total cooperación, informó la AFP.