Las esquirlas de la sesión del Senado, en la que se convirtió en ley el matrimonio homosexual, no se disiparon en la extensa madrugada del jueves. Además de los efectos políticos, ayer se conocieron dos extraños episodios que exhibieron el clima enrarecido que se vivió esta semana en el Congreso. En ellos se vieron involucrados los senadores de la UCR, Emilio Rached, y del Movimiento Popular Neuquino, Horacio Lores, el primero extrañamente ausente a la hora de votar y el segundo, opositor a la norma.
El primer hecho se produjo en la madrugada misma de la sesión. Según denunció Rached, desapareció de su oficina una fotografía en la que estaban sus hijas con su madre. Los autores del acto dejaron intacto el marco. Por este hecho reclamó al secretario administrativo Benigno Rins que elaborara un sumario administrativo, porque, además, fue víctima de "ataques informáticos contra computadoras" de su oficina y de la "desaparición de elementos varios". "Estos hechos hay que que analizarlos en forma global, porque no se trataría de hechos aislados, sino más bien parecerían responder a mensajes mafiosos", declaró el legislador santiagueño.