Una nueva revelación de WikiLeaks deja al descubierto la preocupación de Estados Unidos por el rearme de Hugo Chávez a manos de Rusia. Si bien se sabía que el gobierno de Vladimir Putin había vendido material bélico a Venezuela, la Embajada de Estados Unidos en Caracas detectó que eran más armas que lo pensado: al menos 100 misiles antiaéreos.
Según difundió esta tarde el diario El País, esa fue la confesión de altos funcionarios rusos que viajaron a Caracas para realizar la operación con las armas “más desequilibrantes de la región”, en la opinión de los diplomáticos norteamericanos.
Los cables filtrados a WikiLeaks revelan la adquisición de, al menos, 100 misiles Igla (aguja, en ruso) y cuentan el protagonismo de uno de los hombres de confianza de Putin, el viceprimer ministro Igor Sechin. El memo también deja en evidencia el temor porque los guerrilleros de las FARC sean los destinatarios finales de ese poderoso armamento.