Carlos Menem la designó locutora oficial de la campaña presidencial que lanzó el miércoles pasado en Costa Salguero. Lilian Keller es actriz y madre de Adrián Suar. El dueño de Pol-ka es uno de sus hijos con el tenor Leibele Schwartz. Hoy trabaja las veinticuatro horas a favor del riojano al que sigue llamando “Presi”. “Lo conocí en 1990, pero me acerqué más cuando entró en un momento malo de su vida. Ahí aparecen los amigos. Los traidores se borran. Yo soy leal. Lo quiero con el alma. Si el pueblo supiera qué maravillosa persona es ...”
—Pero si todos lo conocen...
—A él lo difamaron de una forma terrible.
—¿De qué manera?
—Con muchas cosas. Pero “Ladran, Sancho...”.
—¿Por qué cree que no lo quieren?
—Por las mentiras que dijeron sobre él. Muchos lo quieren pero tienen miedo de decirlo. Él va a volver a ser presidente en 2007. La patria lo necesita. Cada día tiene más adeptos. Yo voy a recorrer el país a su lado. Ser la locutora oficial del Presidente me llena de orgullo.
—¿Sería candidata?
—Si el líder me lo pide, lo haría. Voy a hacer lo que él diga. Yo no trabajo para Menem: yo soy Menem. Me gustaría también ser embajadora de la paz: recorrer el mundo y hablar de la paz. Hoy vivimos sin justicia, los asesinos están libres, tenemos mucho miedo. Si vuelve Menem vamos a poder caminar por las calles otra vez.
—Habla como si fuera ministra de Justicia...
—Me encantaría... Si yo fuera ministra de Justicia, viviríamos en una panacea. Yo lo quiero mucho a (Luis) Patti. Es una excelente persona. Me encantaría verlo gobernador de la provincia de Buenos Aires.
—¿Su hijo coincide con su apoyo a Menem?
—Yo no hablo de política con Adrián. El es apolítico, hace maravillosamente lo suyo. De la política se ocupa su mamá. Y él se entera cuando lee el diario. No lo veo tan seguido como quisiera. De trabajo tampoco hablamos: sólo de los afectos.
Lilian Keller dice que le gustaría volver a trabajar como actriz. “Hacer un radioteatro y también algún comentario sobre política”, se ilusiona. “Hoy es un día menemista”, dice bajo los rayos del sol. Y mientras se va, predica: “Voten a Menem que va a volver la felicidad”.