La insistencia del Gobierno en nombrar como representante de la Anses en una de las mesas de decisión del Grupo Techint a Axel Kicillof, un teórico del pensamiento económico clásico que hace menos de año y medio fue reclutado por La Cámpora para ocupar la gerencia financiera de Aerolíneas Argentinas, denota una nueva política de designaciones para ocupar vacantes estatales que tiene como uno de sus principales objetivos “fogonear” a potenciales funcionarios que asumirán en la próxima gestión presidencial. Los nombramientos son decididos por el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini en común acuerdo con la Presidenta Cristina Kirchner, únicos integrantes de la mesa chica del Gobierno desde que Néstor Kirchner falleció.
El poder de Zannini no se explica sólo porque pone la firma. Hasta los funcionarios debilitados por el luto presidencial resaltan su visión estratégica de largo plazo y formación doctrinaria. Hay quienes afirman que Cristina encontró en él una pareja política con más acuerdos que la que tenía con Néstor.
Con los testimonios de funcionarios enrolados en el “ala progresista” del Gobierno, otros del “ala peronista”; y de empresarios que suelen acercarse a la presidencia, PERFIL pudo establecer las características del sistema de decisiones que emergió tras la muerte del ex presidente, fecha en la que nació el eslogan “nunca menos” que caracteriza la nueva etapa y sienta las bases en caso de que Cristina Kirchner acceda a ser reelecta.