A casi dos semanas de la entronización, Máxima comenzó su reinado con intensa actividad y, como era de esperar, se convirtió en el objetivo favorito de los fotógrafos que siguen a los integrantes de la monarquía holandesa.
Luego del desayuno familiar que realizaron en compañía de sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariana, en el palacio que en breve ocuparán y que por ahora sigue siendo residencia de la ahora princesa Beatriz, Máxima conmovió a los holandeses con la emoción que mostró en el acto de conmemoración de los caídos en la Segunda Guerra Mundial. Esta fue la primera situación protocolar en la que ella, como reina consorte, reemplazó a su suegra, quien desde 1980 presidió este acto nacional. Luego los tres, Máxima, Beatriz y Guillermo, participaron del concierto que se realizó en el Teatro Amstel para celebrar la liberación de la ocupación alemana sucedida el 5 de mayo de 1945. Al terminar el recital del que participaron todos los funcionarios del gobierno holandés, hubo un paseo en lancha de Máxima, Guillermo y su madre, que saludaron a la gente que seguía el recorrido.Luego Máxima voló a Nueva York, la ciudad que también conoce ya que allí vivió desde 1996, para reunirse con Ban Ki Moon, secretario general de las Naciones Unidas. En la sede del organismo, ya como reina, el encuentro se centró en los objetivos para el nuevo milenio que ella tiene en un tema que lleva a cabo desde 2009: el financiamiento inclusivo a favor del desarrollo. También en esa ciudad se reunió con Helen Clark, la ex primera ministra de Nueva Zelanda, que actualmente dirige el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Esta semana, ya en Holanda, otro encuentro la tendrá como protagonista exclusiva el jueves en La Haya: la cena del congreso del Día Internacional contra la Homofobia. Aún no hay información oficial acerca de cómo celebrará el viernes 17 su cumpleaños número 42. Tampoco si sus padres viajarán allí para felicitarla por su ascenso en el trono. Aunque se trate de un festejo privado, Amsterdam sigue disfrutando del clima posentronización ya que holandeses y turistas pueden visitar el palacio donde la reina Beatriz cedió el trono y la iglesia donde se exhiben los trajes que usaron Máxima y Guillermo el ya histórico 30 de abril de 2013.