La biopic de Fito Páez se volvió un fenómeno en la Argentina y en varios países de América Latina. Pero en la serie, la voz que se escucha cuando suenan sus canciones no es la de Páez, ni la del actor que lo encarna, Ivo Hochman; es la de Agustín Britos, un músico uruguayo de 33 años. “Mi participación en El amor después del amor se da a raíz de que hice un programa, acá en Uruguay, que se llamó Yo Me Llamo, en 2014”, cuenta Britos a PERFIL. “En realidad iba a imitar a otro personaje que era Gustavo Cerati, y mi hermana me recomendó que imitara a Fito porque, según ella me quedaría mejor. Ahí empecé a interiorizarme en su vida, en su gestualidad, cómo se movía, dado que soy actor y bailarín. Creo que así logré interpretarlo desde el lado del respeto, más que de la parodia, que era lo que no quería hacer. Y vocalmente también: mi color de voz apunta hacia eso. Por esto me llamaron de varios programas argentinos, como La tribuna de Guido (Kaczka), y también tuve que viajar a Lima para batallas internacionales de Yo Soy.”
Un día, lo llama Carlos Vandera –músico de Fito Páez y a quien Britos no conocía–, para decirle que está preseleccionado para hacer la serie. “Y me dice: ‘Me tenés que mandar El amor después del amor lo antes posible, porque se quiere hacer una selección rápida’. ¡No lo podía creer!”, relata Britos. Y dos días después, quedó elegido.
El trabajo de Britos para la serie fue grabar veintiocho canciones de Fito Páez, y también hacer el doblaje de la voz de Iván (Hochman). “Ése fue el trabajo más difícil; tenía una pantalla gigante delante y e iba grabando a medida que veía la voz de Iván. Por ejemplo, en varias escenas, cuando canta Viejo Mundo, cuando canta con el Flaco (Spinetta), con Charly (García); o con Andrés Calamaro La rueda mágica, o en algunas otras ocasiones.
—¿Cuál es la que más disfrutás cantar?
—Creo que fue D.L.G. , que es un tema que acompaña el difícil momento en que está el papá en una camilla de un hospital. Entonces la respiración y el ritmo cardíaco se funden en esa baguala al final del capítulo y me gusta mucho cómo quedó. También Tres Agujas, para mí fue una locura. Y algo muy emotivo fue cantar a dúo escuchando literalmente al Flaco Spinetta. Porque yo no escuchaba a Julián Kartun, que es quien lo interpreta en la serie; yo escuchaba a Luis Alberto. Ahí nos pusimos a llorar. La verdad que fue un momento muy emotivo.”