La muerte de Avicii causó impacto en todo el mundo. El DJ y productor sueco, llamado Tim Bergling, tenía 28 años y se encontraba en Mascate, capital de Omán, al momento de su fallecimiento. Junto a otros artistas “pinchadiscos” como David Guetta y Martin Garrix, profesionalizó su trabajo y se convirtió en estrella mundial. Según datos oficiales, era uno de los artistas más escuchados del momento.
“La familia está devastada y les pedimos a todos que respeten su necesidad de privacidad en este momento difícil. No se darán más declaraciones”, señala el comunicado que emitió su representante.
En los últimos años, Avicii tuvo dos internaciones por su fuerte adicción al alcohol. La misma causó que en 2014 tuviera una operación donde extrajeron su apéndice y vesícula biliar. Además, sufrió una pancreatitis aguda que lo retiró de los escenarios definitivamente en 2016. “Una parte de mí dice ‘nunca digas nunca’. Yo podría volver pero la verdad es que no será pronto”, expresó en aquella oportunidad. Si bien continuó como productor, no reapareció en los shows en vivo. De todas formas, eso no provocó que su popularidad descendiera. Según datos que ayer hizo circular Spotify –el nuevo rating de la música mundial–, su canción Wake me up tiene más de 550 millones de reproducciones, seguida por Waiting for love, con 450 millones, y Levels, con 238 millones. Además, la cantidad de oyentes mensuales que tiene supera los 17 millones en todo el mundo.
En los últimos meses se lo pudo ver de viaje por Sudáfrica con amigos y también en su casa de California, donde tenía su propio estudio de grabación. Según la revista Forbes, sus ganancias alcanzaron los 28 millones de dólares anuales. Dos veces nominado a los Grammy, se convirtió en uno de los DJ más requeridos para los festivales y fiestas privadas. Los fanáticos lo despiden a través de las redes sociales mientras se esperan más detalles de su muerte.