La imagen fue impactante. Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, tuvo que presentarse ante varios funcionarios del Congreso de Estados Unidos para testificar en una investigación que acusa a su empresa Amazon de realizar posibles maniobras ilegales para generar un monopolio en el sector y perjudicar a sus rivales. Bezos no fue el único; Mark Zuckerberg (Facebook), Tim Cook (Apple) y Sundar Pichai (Google) también se sentaron “al banquillo”. Sin embargo, Bezos fue el único que intentó imponer el “factor sentimental” o “dar lástima” según el intérprete, para generar empatía.
Bezos, que cuenta con 180 mil millones de dólares según Forbes, recordó a su madre y a su padre en un discurso que no logró conmover a los congresistas. “Mi mamá Jackie me tuvo cuando tenía 17 años. Estar embarazada en una secundaria de Albuquerque en 1964 no era bien visto y fue difícil para ella”, comenzó Bezos. La historia se conocía pero resultaba difícil de imaginar que la utilizara poniéndose como el ejemplo máximo del “sueño americano” ante el Congreso. “Mi abuelo tuvo que negociar con el director del colegio para que la dejara terminar el curso y graduarse, pero le prohibieron recibir el diploma en la fiesta de fin de año. Eso no la detuvo y estudió de noche para continuar con su formación. Debo agradecer a todos esos profesores que la dejaban ir a clase conmigo siendo un bebé”, continuó.
Al ser la primera vez que Bezos asistía al Congreso para dar testimonio, era difícil anticipar su táctica. Para su discurso inicial tenía cinco minutos y en vez de negar los cargos o presentar evidencias en su defensa, apeló a su historia familiar. “El nombre de mi papá es Miguel. Me adoptó cuando yo tenía 4 años; tenía 16 años cuando vino a Estados Unidos desde Cuba. Llegó solo, no hablaba inglés y pasó las primeras dos semanas en un campo de refugiados en Florida”, detalló Bezos. Con cada palabra las imágenes resultaban más extrañas. El hombre más rico del mundo solo apelaba a las historias del esfuerzo familiar para demostrar que “se hizo de abajo” y que él tenía esos valores.
“Durante la vida se reciben distintos regalos. En mi caso mi mamá y mi papá fueron los míos”, cerró Bezos. Luego habló de la fundación de su compañía, sus esfuerzos para desarrollarla y los beneficios que eso generó para el país y sus empleados.
Bezos no generó el efecto buscado, por momentos se mostró nervioso y dubitativo. El interrogatorio giró sobre posibles amenazas a vendedores de Amazon. Y según la investigación, demostrarían que su accionar no siempre fue tan virtuoso como el de sus padres.