Seis meses pasaron desde que el “Liberen a Britney” se hizo realidad y la Justicia de Estados Unidos le reasignó los derechos que sobre ella tenía su padre para manejar sus bienes, sus contratos y hasta su vida personal. Ahora se abre un nuevo capítulo en su mundo privado –si es que alguna vez un personaje como ella pudiera tenerlo– y con una florida celebración, se casó con el iraní Sam Asghari.
Si bien la fiesta fue el jueves, recién ayer comenzaron a circular las imágenes y videos del pre, el durante y el posfestejo, en los redes sociales de la propia Britney Spears, de su ahora marido iraní, y de algunos de los elegidos: no más de cincuenta invitados que la pareja convocó.
Entre los famosos estuvieron Madonna, Drew Barrymore, Selena Gomez, Paris Hilton, y Donatella Versace, quien además vistió a Britney de blanco. Luego hubo más cambios de vestuario durante lo que duró el festejo.
Familia a distancia. Del casamiento propiamente dicho, no participaron Jamie Spears y Lynne Spears –padre y madre de la cantante–ni su hermana, Jamie Lynn. Toda la situación judicial alejó a la cantante de su núcleo familiar. Tampoco estuvieron los dos hijos que ella tuvo con su segundo marido Kevin Federline: Sean Preston, de 16 años, y Jayden James, de 15.
Esto último fue confirmado a medios de Estados Unidos por Mark Vincent Kaplan –abogado de su ex marido–, porque concluyeron que “el foco del casamiento debería estar en Britney y Sam; los adolescentes están muy felices de que ella siga adelante y esté bien”.
Sí fue invitado Bryan Spears, hermano de Britney, pero no se sabe si finalmente concurrió. Quien no estuvo invitado, pero igualmente quiso ingresar y terminó detenido por la policía de Los Ángeles fue Jason Alexander, amigo de la infancia de Britney Spears y su fugaz primer marido. Este personaje del pasado de la cantante quiso colarse por la zona de la piscina de la mansión de Britney, próximo al área de la propiedad donde se montó la carpa con el altar y la pista de baile.
Así se conocieron. La historia de la cantante con Sam Asghari comenzó en 2016 durante la filmación del videoclip de Slumber Party. Este iraní de 28 años es modelo, entrenador personal y actor que emigró a Estados Unidos en 2006.
En 2021 cuando el tema judicial de Spears dominaba su vida pública, él dio un reportaje a la revista Forbes donde explicó su historia: “Dejé atrás a mis hermanas y a mi madre. Venir aquí (Estados Unidos), con un idioma completamente diferente, fue un choque cultural. No hablaba ni una palabra de inglés, pero siempre tuve una mentalidad positiva”. Si bien en redes sociales –sobre todo en Instagram– Asghari es muy activo con la publicación de fotos y de videos de su entrenamiento físico, de cómo se prepara para escenas de doble de acción y también algunas de su intimidad con Britney, su perfil es bajo en cuanto a lo mediático.
De hecho, el mencionado reportaje es uno de los pocos sino el único que dio de manera formal a un medio. Al parecer, ese accionar sería parte de un acuerdo de confidencialidad que ya existía previamente a que el “free Britney” se concretara. Esto es, dada la fama mundial de Britney, su padre le hacía sellar un contrato de este tipo a las parejas de su hija para así evitar problemas que pudieran perjudicar imagen y finanzas de “Britney SA”.
Sostén emocional. Cuando el tema judicial comenzó a tensar al extremo la relación de Britney Spears con su padre, su madre y su hermana, el vínculo con Sam Asghari pareció ser el mejor contrapunto emocional para ella. En septiembre de 2021, con un anillo con la inscripción Lioness (leona), él le propuso casamiento. Desde ese momento hasta la concreción definitiva de este jueves, la pareja atravesó un momento triste: ella sufrió un aborto espontáneo. De todas formas esto no hizo que ambos no expresaran el deseo común de ampliar la familia y pronto. Al menos eso repitieron, otra vez, en redes sociales. Con esta boda con Sam Asghari, Britney Spears suma un tercer casamiento. Aunque también podría decirse que un segundo dado que el primero duró solamente 55 horas. En enero de 2004 y con 23 años, en Las Vegas –algo que da idea del contexto de lo sucedido–, ella se casó con Jason Alexander. La mínima duración del vínculo fue obra acordada entre las dos familias de los jóvenes, pero a pesar de eso, Alexander siempre será –sobre todo mediáticamente– “el primer marido de Britney”… Y ahora, será también el ex marido que quiso colarse en la fiesta de bodas de su ex esposa.
A los pocos meses de ese hecho en Las Vegas, en septiembre, la cantante se casa con el bailarín Kevin Federline. Con él tiene dos hijos, en 2006 se divorcian y durante un tiempo, cuando la salud de Britney estaba complicada, él tuvo la tenencia legal de los hoy adolescentes.
Las ausencias de todos ellos en la fiesta de casamiento, por lo que se ve en los videos e imágenes que Britney y otros expusieron, fue cubierta por otros famosos como ella, sobre todo por Madonna con quien incluso replicaron aquel famoso beso de 2003.