Los hermanos Ortega se perfilan como una gran dupla creativa dentro de la industria audiovisual argentina. Tras un primer trabajo en televisión con Historia de un clan, llegan al cine con El ángel. Si bien tuvieron caminos profesionales distintos y visiones del cine diferentes, hoy se unen para contar la historia de uno de los asesinos vernáculos más populares.
“Lo agarré pensando que era una manera de pagar todas las deudas de Lulú, mi última película, y terminó siendo lo mejor que hice”, había comentado Luis sobre la miniserie televisiva que narraba la historia de los Pu-ccio. Su carrera contaba con varios proyectos para la pantalla grande como Caja negra (2002), Monobloc (2005) y Dromómanos (2012), pero Historia... sería el primero junto a su hermano.
Reciprocidad. “Sebastián llevaba muchos años trabajando con Luis, quien dirigió pilotos de series de como Graduados y Los Pells. Eso me llamaba mucho la atención porque sentía que el cine de Luis no se parecía mucho a las tiras. Cuando hacen juntos Historia..., la alineación de estilos y lo que buscaban como productor y director fue más notorio”, explicó a PERFIL el productor Axel Kutchevatzky.
La serie terminó multipremiada y aclamada como una de las mejores de 2015. Pasarían unos años más hasta que ambos se volvieron a juntar. “La combinación que resultó tan exitosa en televisión les permitió ponerse a pensar en hacer cosas más grandes como lo es El ángel. También podemos verlo como un acto de reciprocidad, ya que con este proyecto Sebastián ingresó al cine”, explicó a PERFIL Pablo Culell productor del film junto a K&S, Hugo Sigman, Matías Mosterín y Pedro y Agustín Almodóvar, y un histórico de Underground, la compañía de Sebastián Ortega.
Hasta este momento Luis estaba acostumbrado a escribir los títulos de sus películas en las paredes de la Ciudad con un marcador para promocionarlas. La última que estrenó salió al mercado en una única sala. Sin embargo, con El ángel la situación es totalmente otra. Los datos marcan que el film se exhibe en 357 salas de todo el país, un récord en el cine nacional. Además, los afiches con su nombre invadieron las calles y Luis confesó que “casi le da vergüenza” en una entrevista con el programa radial Basta de Todo.
Como Los Beatles. La dupla demostró que tiene personalidades e ideas diferentes en cuanto al trabajo, algo que también les sucedía a Lennon y McCartney. Por ejemplo, cuando Luis vio a Lorenzo Ferro creyó de inmediato que era el ideal para encarnar a Robledo Puch. Sebastián fue más precavido y decidió que lo mejor era hacer casting y vieron a unos mil aspirantes hasta decidir que “Toto” era “el ángel”.
Desde la producción de la película señalaron a PERFIL que el clima de trabajo que los hermanos consiguieron fue ideal. También contaron que la química que lograron entre ambos fue muy buena y que eso se notó durante el rodaje.
Sebastián estuvo todo el tiempo en el set de filmación atento a lo que sucedía, pero solo opinaba si Luis lo habilitaba por el respeto que se tienen.
Sin embargo, el propio Luis explicó que no fue así desde el principio. “El primer guión que le llevamos a Sebastián me lo tiró por la cabeza porque decía que no se entendía nada. Me enojé y le dije que el que no entendía nada era él, que tenía que ver más cine. Estuve así dos meses, adelgacé diez kilos y después lo volví a leer y entendí que tenía razón”, dijo en la entrevista con Matías Martin. Y agregó que trabajar con Sebastián “le cambió la vida” y que si bien crecieron en lugares distintos de la profesión se encontraron en el momento justo.
Nihilismo y taquilla. “Sebastián tiene alma de productor, es ordenado y tiene una mirada comercial, masiva e industrial de este negocio. Siempre destaca que es entretenimiento. En cambio Luis es más artista, independiente y volado. Su cine es más artesanal y producciones como esta película tienen que estar atentas a la taquilla”, comenta Culell. “La pasión por este trabajo es lo que más los une, pero si tengo que marcar alguna diferencia –agrega Culell– es que Sebastián es más estricto y eso fue en cierto modo una tranquilidad para los productores.”
Duelo taquillero: Darín vs. Darín
Mientras “Chino” Darín protagoniza El ángel, su padre hace lo propio en El amor menos pensado. Hasta el momento ambas películas dominan la cartelera nacional y se quedan con tres de cada cuatro entradas vendidas en las salas argentinas. Sin embargo, en la “interna familiar” el ganador es el hijo. El ángel vendió 112 mil tickets en sus primeros dos días mientras que la de Darín padre tuvo 45 mil espectadores en el mismo período. En sus nueve días en cartelera acumula unas 330 mil entradas, y se convierte en una de las argentinas más exitosas de 2018. De todas formas, la performance de El ángel es superior. Sus productores esperan 250 mil espectadores este primer fin de semana, pero podría alcanzar los 300 mil según cálculos estimativos y ya se adjudicó el mejor arranque para una producción nacional en lo que va del año.