PROTAGONISTAS
Boca ya tiene su “vikingo italiano”

Daniele de Rossi y su mujer, la actriz Sarah Felderbaum, están enamorados de la Ciudad

A 24 horas de su arribo al país, salieron a recorrer Buenos Aires en plan turistas. Y ella lo registró en redes sociales. Detalle: seis parejas fans de Boca bautizaron “Daniele” a sus hijos.

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Ayer y hoy. Daniele con su con su nueva camiseta en la Bombonera. Siempre fue fan de Boca y sobre todo de Maradona. | Prensa Boca Juniors

A juzgar por sus señas particulares en la primera impresión visual, Daniele de Rossi podría pasar desapercibido tranquilamente en el set de  filmación de alguna batalla de la serie Vikingos. Corpulento y lleno de tatuajes, con el pelo rapado a los costados y más largo arriba, el jugador tiene cierto look escandinavo que se completa con una barba crecida y algo despareja.

Recibido como un verdadero rockstar, el italiano llegó a la Argentina para incorporarse en Boca. Y ya se empapó de la pasión de los hinchas que fueron a recibirlo a Ezeiza. “La Copa Libertadores es mi obsesión, tenés que dejar el alma y el corazón”, le cantaron en medio de un tumulto donde se mezclaban cámaras, curiosos y gente recién llegada de vacaciones o al país. Como suele suceder en estos casos, ya hubo presentación en el club y un video donde se lo ve en la imponente Bombonera, cancha que recién pisará para jugar –según el fixture del torneo– el fin de semana del 18 de agosto frente a Aldo sivi. “Mi corazón es de la Roma pero me gusta muchísimo Boca desde que era chico. Por Maradona, por el estadio...”, expresó con un romántico italiano en las semanas a su llegada al país.

Currículum. Si hay algo que De Rossi tiene es experiencia: con 36 años recién cumplidos, es ídolo de la Roma –el único club en el que jugó en toda su carrera– y campeón del mundo con la Selección Italiana en el Mundial de Alemania 2006. Ahora llega a Boca como una carta de presentación inédita por la expectativa que generan su nacionalidad y los galácticos logros obtenidos. El dato estadístico completa el cuadro de expectativa: nunca se había dado que un futbolista, nacido y formado en la península, decidiera probar suerte en un equipo argentino.

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Hincha de la Roma, su pasión por el equipo se la inculcó su tío Osvaldo cuando tenía 10 años. A esa edad fue por primera vez fue al estadio para apoyar al club en el que luego jugaría. Disputó allí 615 partidos y marcó 63 goles. De Rossi ganó dos Copas de Italia, en 2007 y en 2008, y la Supercopa de Italia en 2007.

Pero el ex volante de Roma no llegó solo: vino acompañado por Sarah Felberbaum, su esposa, con quien se casó en 2015 tras una relación de cuatro años. Sarah, que ya posteó en las redes sus primeras fotos en plaza San Martín, tiene 39 años y es inglesa, pero vivió desde chica a Italia. Modelo y actriz, actuó en diez películas y fue nominada en los premios David di Donatello (organizados por la Academia de Cine de Italia) como mejor actriz por su rol en La joya, un filme italiano de 2011. Ese año se cruzó con De Rossi, quien en aquel momento ya era uno de los jugadores más importantes de la Roma.

Fueron cuatro años de relación hasta que en 2015 dieron el sí con una celebración íntima en Islas Maldivas. En diciembre de 2014, De Rossi y Felberbaum fueron padres de Olivia, la primera hija de la pareja; dos años después, nació Noah. El jugador tiene además otra hija, Gaia, de su relación con Tamara Pisnoli, su primera esposa.

En la piel. Si hay algo que a De Rossi le gustan son los tatuajes. Su cuerpo está lleno: desde Teletubbies (en homenaje a una de sus hijas), pasando por un Pac-Man, y una geisha. Sin embargo hay uno que llama la atención: tiene en la pantorrilla derecha una señal de advertencia en forma de triángulo (estilo las del tránsito), con una persona barrida sacándole la pelota al rival.

De Rossi juega con la camiseta número 16, algo que no será impedimento en Boca. Es un número cargado de grandes significados para él: en primer lugar, era el número de  su ídolo Roy Keane, ex futbolista irlandés. “La única persona a la que le pedí una fotografía”, dijo él.  Además, una de sus hijas nació un 16 y desde entonces De Rossi siempre jugó con ese número.

Son muchos los xeneizes que tienen puesta la ilusión en este jugador y esperan verlo con la casaca azul y oro. De hecho, en el Registro Civil porteño, en lo que va  de julio  ya hay seis argentinos bautizados “Daniele”. Ayer, luego de estampar su firma en el contrato, realizó un inesperado pedido al club: 200 camisetas con su nombre y el dorsal que usará durante su estadía. “Ho tanti amici (Tengo muchos amigos)”, dijo . La indumentaria deportiva tiene un gran significado para él. Antes de cada partido sigue en estricto orden la ubicación de cada pieza, dejando para el final la camiseta. “Es como si estuviera poniéndome mi armadura”, describió. Cualquier similitud con las batallas nórdicas es pura coincidencia.