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reportaje exclusivo

“El 11 no voy a tener más la Fundación y eso es algo que me duele”

Esta es la primera entrevista que Karina Rabolini da después del ballottage. Habla de cómo se imagina lejos del poder, del post 10 de diciembre y de su presente.

El día después. “El 23 nos despertamos y nos dijimos que habíamos hecho todos los esfuerzos”.
| Cedoc

En los últimos ocho años, Karina Rabolini visitó dos veces los 135 distritos de la provincia de Buenos Aires y en el último año se subió a la campaña presidencial de su marido, Daniel Scioli, para recorrer el interior del país. A algunas provincias, como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, llegó en más de cinco oportunidades. Ya fuera de la carrera electoral y sin presidir la Fundación del Banco Provincia –su mandato termina el 10 de diciembre)–, la ex modelo y empresaria volverá a abocarse a la actividad privada.

—Pasaron 15 días de la elección. ¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza?
—Que fue una campaña larga. Desde lo personal, fue de mucho aprendizaje. Me hubiese encantado que el resultado fuera distinto, pero de los dos lados hay que entender que Daniel no ganó, aunque al mismo tiempo sí ganó. Porque todavía sigue siendo responsable de la mitad menos uno de la gente. Y hay que seguir trabajando por ellos. Para todos fue una campaña larga, incluso para el votante. Para mí fue muy enriquecedor haber vivido la campaña como la viví,con muchos desafíos desde lo personal. Y también muy emotiva, porque en el último tramo vimos que era la gente la que estaba militando por propia voluntad.

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—En esa gente movilizada espontáneamente, Scioli parece haber recibido el reconocimiento que quizás nunca tuvo antes...
—Ese domingo, cuando salió a hablarle a la gente, creo que se ganó el respeto de todos los argentinos. De aquellos que lo votaron, y de los que no. Me pasó cruzarme con gente conmovida por su respeto y eso es lo que se quiere ver en política. Me decían: “No lo voté a Daniel pero siento mucha admiración por la responsabilidad que tuvo”. Ser respetuoso, ser humilde en el triunfo y tener grandeza en las derrotas... ése es Daniel.

—Pero usted sabe que la política es muy cruel y ahora no está más en el poder...
—Pero está más cerca de la gente que nunca; ése es el gran capital de Daniel.

—¿Se puede sostener sin estructura, sin gestión?
Scioli abre la puerta e interrumpe:
—Ella ya tiene ofertas, tiene ofertas de otras provincias para presidir fundaciones.
RABOLINI: Callate (risas).
Scioli: De Tierra del Fuego, se va a ir a vivir a Tierra del Fuego (se ríen, Scioli se va).

—¿Podría evaluar estas ofertas, ya que se termina su función en la fundación?
—No voy a tener más la Fundación y eso es algo que me duele. Fueron ocho años de aprendizaje y un trabajo que disfruté. Tengo que ver cómo me organizo, me gustaría seguir trabajando en lo social.

—El 11 de diciembre se despierta y quizás, después de 18 años de Scioli en la política, su casa no esté más repleta de gente...
—Va a seguir igual. Hace treinta años que conozco a Daniel. Mi casa siempre fue un lugar de reunión, de familia y amigos. Siempre hubo gente desayunando en mi casa, siempre van cayendo amigos, compañeros de trabajo. No existió nunca en nuestra vida el desayunar en la cama. Hay gente que tiene esa costumbre, nosotros nunca lo pudimos hacer. Mi casa va a tener movimiento, también después del 10 de diciembre.

—¿Cree que desde diferentes sectores del oficialismo debe haber autocríticas por haber perdido la elección?
—No está en mí hacer análisis políticos de la elección. Lo que sé es que Daniel es una persona que sabe hacer autocríticas, sabe evaluar muy bien las diferentes situaciones, sabe escuchar a la gente y lo que la Argentina necesita... sabe la responsabilidad que tiene hacia delante como oposición; sabe que tiene que cuidar lo que se logró en estos años. Daniel mira siempre hacia delante y siempre antepuso la responsabilidad por sobre sus ambiciones personales. Ahora sabe que su responsabilidad es hacer una oposición constructiva.

—Cuando ve el resultado y son sólo 678 mil votos de diferencia, ¿le da más tristeza haber estado tan cerca y no haber llegado?
—No, al contrario. Lo que siento es que casi la mitad de los argentinos acompañaban y confiaban en Daniel, lo que me parece muchísimo. Y era lo que yo sentía en la calle. Gente que te conmovía, y es lo que nos dio la fuerza final en la campaña, cuando uno llegaba a cansado.

—Scioli no lo dice, pero ¿puede haber una candidatura en 2017 por la Provincia?
—No tengo la menor idea; no le pregunté nada, ni él me dijo nada.

—¿Cómo fue el lunes 23 de noviembre? ¿Se despertaron juntos y qué es lo que le dijo?
—Que hicimos todos los esfuerzos posibles, que va a seguir ayudando y que siente la responsabilidad de los 12 millones de votos que lo acompañaron.