PROTAGONISTAS
una fiesta de tres días

El Lollapalooza cierra su última jornada con un éxito contundente

Al cierre de esta edición promediaba la segunda jornada, quizá la más rockera de las tres. El día debut de Lollapalooza tuvo en Chano, en Trueno, en Dante Spinetta y en Rosalía cuatro artistas que todos querían ver en escena. En el caso de la catalana, este es su segundo Lollapalooza pero la primera vez que vino ella no era la artista global que es hoy. Por eso, su show esa vez fue de día, esta vez, nocturno. Este domingo, con el cierre, la expectativa se cierne sobre todo sobre Billie Eilish.

2023_03_19_chano_rosalia_gtzalollapalooza_g
Esperados. El regreso de Chano con su banda Tan Biónica tuvo un alto condimento emocional. La potencia de Rosalía no dejó dudas de por qué es una número uno. | gtza.lollapalooza

Se está viviendo una nueva edición del Lollapalooza, el festival que con su exuberante y variada curaduría se fue posicionando como uno de los más convocantes del mundo. Y, quizás, este festival fundado en 1991 por Perry Farrell, cantante de Jane’s Addiction, sea uno de los que mejor lograron asentar sus franquicias en cada uno de los países que lo organizan. Con una bajada conceptual demarcada, “el Lolla” salió de Estados Unidos por primera vez en 2011, cuando desembarcó en Chile y luego fue haciendo lo propio en Brasil, Argentina y otros países.

Luego de un comienzo demoledor el viernes, en donde se destacaron Rosalía –su segundo Lolla en Argentina–, Chano, quien anunció el regreso de Tan Biónica, ante el emocionado apoyo de sus fans; y Trueno y Dante Spinetta, dando esa nota de música urbana fusionada con rock, que últimamente el público viene demandando, el festival volvió a ser noticia con su segunda jornada.

Tarjeta roja. Pero no todo fue color de rosas en el primer día del viernes. Uno de los puntos problemáticos fue Drake, uno de los principales referentes musicales del mundo, quien decidió suspender la transmisión por stream pactada con Flow. La prestadora debió lanzar un comunicado desmarcándose de la responsabilidad y Daniel Grinbank, quien no está vinculado con la producción del festival pero es una autoridad en materia de organización de shows, posteó incluso su mirada sobre este hecho. “Independientemente del conflicto de no haber habido streaming de su show, la performance en vivo en el hipódromo de San Isidro en el Lollapalooza me resultó absolutamente decepcionante la actuación de Drake. Cuando vas tan solo al escenario, sin banda, sin bailarines, y se concentra todo el espectáculo en tu actuación, no se puede dar el lujo de un show tan errático, discontinuo, lleno de baches interminables”, opinó el productor. “Por otra parte, no se puede intentar reemplazar a músicos o coreografías con solamente pirotecnia. Este es un recurso válido como complemento de un espectáculo, pero no eje del mismo (sic). Sin lugar a dudas, no estuvo a la altura de las expectativas que genera. Ayer no funcionó el hotline bling”, escribió Grinbank haciendo referencia al hit de Drake.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Puro rock. Y ayer fue la jornada rockera, por así decirlo. Y entre otros estandartes, fue el día que volvió Twenty One Pilots a la Argentina. La medida que los trajo fue “un dedo anular”. Hace dos semanas, Travis Barker se lo fracturó ensayando con su banda, Blink 182, razón por la que debieron suspender su gira por Sudamérica y México. Y aunque ninguna suspensión es bien recibida, el reemplazo implica el regreso de un grupo muy respetado y querido por los fans de la banda de Barker, que estaba de flamante regreso a los escenarios y debió cederle el lugar al grupo de Tyler Joseph y Josh Dun, cuyo grupo se llama así por Todos eran mis hijos, la obra de Arthur Miller, en la que, durante la Segunda Guerra Mundial, el protagonista vende unas piezas de aviación defectuosas y causa la muerte de 21 pilotos estadounidenses.

En cuanto al dúo de rock y rap alternativo que se fue convirtiendo año a año en una de las bandas más importantes del mundo, fueron el plato fuerte de una jornada signada por el rock, en la que también se presentaron The 1975, banda liderada por Matthew Healy, que hace poco había sido noticia por reclamarles a sus compatriotas de Oasis que dejaran atrás las peleas y volvieran para encabezar, por ejemplo, el Glastonbury. Eso derivó en una serie de berrinches, pero lo cierto es que The 1975 aprovechó su muy buen momento y ofreció el electrizante y sensual espectáculo por el que los convocaron. Otro de los destacables fue la visita de Tame Impala. Los liderados por Kevin Parker son unos habitués. Ya vinieron varias veces y quizás, visto desde afuera, la curaduría puede sonar un tanto reiterativa. Pero la razón por la que vuelven a ser convocados es que el proyecto de Parker vive en constante mutación. Su espectáculo, que comenzó poco antes de las 21, es una impredecible catarata de canciones clásicas y novedades que se despliegan al ritmo de visuales psicodélicas. Y otra razón por la que debían volver es el compromiso de Parker con la causa musical. Luego de accidentarse la cadera, se temió por la cancelación del show, pero el cantautor fue categórico: “Se necesita mucho más que una quebradura de cadera para que me baje de una gira por Latinoamérica”, comentó en una reciente entrevista.

En ese mismo escenario, unas horas después, se presentó Jamie XX, el álter ego de Jamie Smith, quien allá por 2009 emergió con su banda The xx. Con este proyecto, el artista incursiona en un sonido electrónico más dance, con algunas membranas sonoras que esbozan conceptos, temas y climas que se anuncian en pleno baile. 

En la recta final. Además, ayer se dio finalmente la visita de Jane’s Adiction al festival que fundó su cantante, luego de que el año pasado debieran suspender por un contacto estrecho. Esta vez, sin el histórico guitarrista, Dave Navarro, pudieron hacer de las suyas. 

Y otro insoslayable del día rockero del Lolla fue Catupecu Machu. La banda de Fernando Ruiz Díaz, ahora reformulada con sus excompañeros de Vanhtra, Charlie Noguera y  Julian Gondell, está en uno de sus picos de empoderamiento rockero. La aplanadora que supieron ser volvió reconvertida en una maquinaria de canciones tan barrocas como frenéticas, que dan cuenta de un mundo único e irrepetible. Alternativos desde siempre y reconvertidos en un mito urbano vigente, su inclusión en el Lollapalooza otorgó frescura y confirmó que a veces la novedad no debe buscarse obligatoriamente en quién está hace menos tiempo en este planeta, sino en quién descifra y compone mejor un lenguaje contemporáneo y rupturista.

Hoy será el tercer y último día de este festival. Y este será un día para vibrar en otra sintonía, con Billie Eilish, Skrillex, Lil Nas X y Rise Against a la cabeza, y Kali Uchis y María Becerra en una segunda pero lujosa línea. Y respecto a la performance de Billie Eilish hay muchísima expectativa y el cierre de Skrillex promete ser esa fiesta, al borde del ritual.