La competencia por la atención del público es cada vez más feroz. Canales de aire, canales de cable, plataformas de streaming y apps “batallan” a diario por conseguir que los usuarios pasen la mayor cantidad de tiempo posible consumiendo sus productos. Y en esa disputa hace tiempo que se da, a veces sin muchos argumentos, a la televisión como la gran perdedora. Sin embargo, todavía hay ejemplos que demuestran lo contrario, como Masterchef, uno de los formatos más populares de la actualidad.
En la última semana de la primera edición de la versión Celebrity en Argentina, el rating de Masterchef casi alcanza los 20 puntos y se espera que los supere el próximo lunes cuando se dispute la gran final entre Claudia Villafañe y Analía Franchín. Nada mal para un producto audiovisual que cumplió tres décadas el año pasado. Y es que fue en 1990 cuando el director y guionista de cine Franc Roddam ofreció por primera vez el programa a la BBC. “Cuando miro para atrás en mi vida, nunca hubiese pensado ni por un segundo que iba a terminar siendo un empresario que da trabajo a miles de personas en distintos países del mundo”, confesós a fines de 2019, cuando recibió el título Honoris Causa de la Teesside University, institución en la cual estudió.
La historia del hombre que creó Masterchef comienza en 1946. Nacido en Norton, Inglaterra, el primer gran amor de su vida fue el cine. Durante toda su adolescencia, Roddam quiso filmar una película y ver cómo su creación aparecía en los cines de todo el país. Y su deseo se volvió realidad. En 1979 estrenó Quadrophenia, basada en la ópera de rock de The Who y que contó con la participación especial de Sting. La crítica apoyó el film y él comenzó a ganar cierto prestigio en el Reino Unido. Tal fue el suceso que decidió dirigirse a Hollywood, California, para demostrar que podía convertirse en un gran director internacional.
Pero los sueños de Roddam se vieron frustrados. Dos años vivió en Estados Unidos sin poder consolidarse. “Intenté hacer películas personales y profundas, lo que fue un gran error”, confesó sobre aquellos momentos en los que dirigió algunas películas que no tuvieron mucha trascendencia. Incluso pasó 18 meses intentando convencer a Robert Redford de sumarse a una de ellas pero finalmente no lo consiguió. “Se tardaba mucho en decidir. Me aconsejaban no apurarlo pero llegó a tal punto que no logré soportarlo. Así que un día lo contacté y le dije: ‘O me das una respuesta para esta semana o te olvidas para siempre de este proyecto’. Y Robert se olvidó del proyecto”, recordó entre risas sobre esa anécdota.
Del fracaso al éxito. A fines de la década del 80, la carrera de Roddam en la industria cinematográfica tenía más bajos que altos. Por ese motivo, optó por darle mayor espacio en su vida a otra de sus pasiones: la comida. Los amigos que tenía en Hollywood solían bromear con la poca calidad de los platos en el Reino Unido. Y si bien él defendía las preparaciones que había aprendido de su madre, sabía que la comida británica no brillaba por su sabor.
Para ese momento, el director ya había creado algunos programas televisivos menores que le servían para sobrevivir y creyó que un formato en el cual cocinar se volviera una competencia deportiva podía funcionar. “También había una cuestión de democratizar la comida. En ese momento los buenos platos eran solo para ricos así que queríamos igualar eso con las personas de menos ingresos”, señaló.
Y Masterchef fue un éxito. El programa se instaló rápidamente entre el público inglés y poco a poco se expandió por Europa. Ya son más de 200 los países en los que hubo al menos una edición del formato y miles son los puestos de trabajo que se crearon a partir de ellos. “Mi versión preferida es la australiana, porque ellos fueron los primeros en hacer el show a lo grande. Después los estadounidenses los copiaron y ahí se masificó”, comentó Roddam, quien intenta ver todas las versiones que se llevan a cabo.
Impulso. En la actualidad, Roddam tiene 74 años y suele cocinar una vez por semana para sus siete hijos. Casi al mismo tiempo que comenzó con Masterchef dejó su carrera como cineasta. Su última película fue K2 y la realizó en 1991. “Todavía me considero un director de cine desempleado”, suele responder cuando le consultan sobre esa pasión. Cada tanto intenta generar algún proyecto para la pantalla grande pero ya no siente el mismo compromiso que cuando era joven.
En cuanto a la televisión, su carrera en shows ficticios se extendió un poco más aunque no demasiado. En 1999 fue el director de algunos episodios de las miniseries Cleopatra y Moby Dick. Y en 2003 creó un drama llamado Los cuentos de Canterbury. Desde entonces, su mente se enfocó en Masterchef y en todas las versiones que siguieron a la original. Desde aquella destinada a los famosos hasta la pensada para niños, Roddam supo explotar su idea al máximo. Quizás no cumplió con todos los sueños y expectativas que tenía de adolescente pero sin dudas logró triunfar con un formato que lleva alegría y emoción a millones de hogares en todo el mundo.
Identikit
◆ Nació en 1946 en Norton, una localidad ubicada al norte de Inglaterra.
◆ Desde pequeño quiso ser director de cine y en 1979 estrenó Quadrophenia, su primera película.
◆ Intentó trabajar en Hollywood pero su carrera en Estados Unidos no fue exitosa.
◆ En 1990, creó el formato de Masterchef y lo ofreció a la BBC como una competencia deportiva de cocina.
◆ El show está entre los más exitosos de la TV mundial.