“Decirle ‘Te amo’ a esa enfermedad, a esa persona, a esa circunstancia dolorosa, es la mejor forma de transformarla. Porque el amor es lo único que sana. Lo siento, por favor perdóname por aquello que hay en mí, que ha creado esto. Gracias, TE AMO”, escribió en su Instagram Nicole Neumann en medio del estallido mediático de su separación. Entonces, todos pensaron que estaba dirigido al padre de sus hijas. Sólo algunos entendidos captaron de qué se trataba verdaderamente y enseguida se reveló el misterio: Ho’oponopono, una palabra que a primera vista puede sonar a jeringoso y que encierra una filosofía de vida a la cual muchos famosos adhieren.
En diálogo con PERFIL, la gurú argentina Mabel Katz explica desde Barcelona que se trata de “un arte ancestral hawaiano de resolución de problemas que se basa en que no hay nadie afuera haciéndonos nada, sino que somos nosotros los que manejamos nuestra vida. Y a través de un trabajo interno podemos ver qué pensamientos, opiniones y creencias que predominan en nosotros atraen ciertas situaciones. Somos nosotros los responsables de lo que nos pasa, de lo que atraemos. Y por ende los que podemos cambiarlo. Y una vez que entendemos esto, dejamos de culpar a un otro”. Y aclara: “No es que somos pecadores, sino que es una oportunidad. Venimos a esta vida a mejorar y esto de ver los problemas como oportunidades nos ayuda a eso. En cambio, cuando culpamos y pensamos que es el otro el que tiene que cambiar, es cuando nos sentimos infelices y nos angustiamos porque buscamos afuera algo que está adentro nuestro”. Silvia Freire, quien desde hace diez años enseña este método en Argentina, explica a PERFIL: “Se trata de hacer un viaje interno, llegar a ese niño que todos tenemos, ese subconsciente donde encontramos el nudo del problema. Ahí entendemos, y agradecemos a la circunstancia que se nos presentó porque nos dio la oportunidad de hacer ese viaje para sanar eso que nos hacía mal”.
El Ho’oponopono, que significa causa y perfección, explica la especialista, se coló también en la farándula. “Una amiga me prestó un libro y las veces que acudí a esta ténica, cuando estaba angustiada o tenía inseguridad, me ayudó mucho”, reveló a PERFIL Pamela David. La modelo Silvina Luna, que atravesó por varios inconvenientes de salud, suele postear muchas frases alusivas. Luis Novaresio y Marcela Tauro, también. “Me gusta todo lo espiritual e indago por mi cuenta. Me ayuda mucho en la relación con otros”, nos cuenta la periodista.
Axel, quien está con el programa cultural AcercArte, incluso escribió una canción que lleva de título un mantra del Ho’oponopono: “Gracias, te amo, lo siento”, que encierra una historia personal. “Cuando mi mamá estaba en coma, internada, yo iba todos los días a la clínica y al oído le decía ‘Gracias, te amo, te bendigo’. Después de que falleció, no pude volver a escribir una canción por ocho meses. Hasta que Los Nocheros me pidieron que les compusiera algo para sus 30 años, me contaron qué era lo que querían decirle a su público y sentí que era lo mismo que le quería decir a mi mamá, y escríbi esa canción. No la grabé nunca pero la canto en mis shows”, relata conmovido a PERFIL quien descubrió la técnica hace ocho años en un retiro espiritual en Córdoba. “Creo que en la vida no aprendemos cosas, las recordamos. Cuando me lo enseñaron, sentí que era algo que yo había hecho toda la vida y posiblemente en otras vidas”.
Katz sostiene que “el 90% de nuestros problemas vienen de vidas pasadas y si vuelven es para darnos la oportunidad de sanarlas”. Desde sus redes sociales, Natalia Franzoni promulga esta técnica. Y resume cómo llevarla a la práctica: “A través de frases que repetís, uno se decreta cosas positivas que te acercan a la felicidad, a la paz. Sanás y transformás aquello que te causa dolor en amor”.
Las “gurús” argentinas
En 1983, Mabel Katz se fue a vivir a Los Angeles con su familia. Contadora, con una hermosa casa, un marido que la quería y dos hijos, pensó que allí estaría su felicidad. Pero no fue así, y entonces comenzó su búsqueda espiritual hasta que llegó al Ho’oponopono. Estudió diez añoscon un discípulo de Simoneta, el creador. Dejó su trabajo, “confié y solté aun sin tener seguridad”, explicó a PERFIL. La convocaron para dar conferencias por el mundo y tradujo sus libros a más de 15 idiomas. En Argentina, Silvia Freire es también una referente: con 25 libros escritos y diez años de estudio, asegura que cuando comenzó a indagar fue muy difícil. “Acá no existía, entonces yo llamaba a Estados Unidos sin saber inglés, les decía Ho’oponopono y me cortaban. Hasta que un día me atendió un señor que se llamaba Pedro, y ahí llegué y así empecé”. Y suma: “El Ho’oponopono es un camino de sanación y no a todos les duele lo mismo, por eso hay que agradecer que se presente la situación”. “Suelto y confío”; “Papel para mosca”; “Te amo, lo siento y gracias” son algunos de los mantras.