PROTAGONISTAS
pelea con miguel angel cotto

Hoy, Maravilla Martínez ante otro gran desafío

El argentino comparte con su rival dos pasiones deportivas: el box y River Plate. Y en Nueva York ambos posaron con la casaca de ese club. Esta noche combaten.

Recompensa. Aunque no hay datos oficiales, se estima que Maravilla embolsará US$ 3 millones.
| Cedoc

desde Nueva York

Cuando se suba al ring del Madison Square Garden esta noche para luchar con Miguel Cotto, Sergio “Maravilla” Martínez atravesará el que quizás sea el momento más importante de su carrera.

Poco importa que frente a él no esté Floyd Mayweather o Manny Pacquiao, las dos superestrellas mundiales actuales. Menos le interesará que, a una semana del comienzo del Mundial en Brasil, la atención deportiva de la mayoría de los argentinos se enfoque pura y exclusivamente en Leo Messi y la selección nacional.

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No, para Maravilla lo que verdaderamente importa es que de ganarle –y ganarle en un combate superador del que tuvo con el inglés Martin Murray– al buen pero algo decaído luchador puertorriqueño, finalmente podrá consolidarse definitivamente como ídolo en Argentina en un podio compartido, desde que le ganó en 2012 a Julio César Chávez Jr., con Monzón, Bonavena o Nicolino Locche.

En cierto sentido, las condiciones están dadas para que esta noche en el Madison Square Garden luche como visitante. Más allá de los cientos de argentinos que esquivaron el cepo y aprovechan su pelea para visitar Nueva York, esa ciudad es terreno boricua y este fin de semana se celebra el multitudinario desfile puertorriqueño. Al público se suman su edad –con 39 años, le lleva seis a Cotto– y los cuestionamientos sobre su estado físico, ya que será el primer combate después de una dura lesión de rodilla que lo obligará a usar una rodillera especial. Lo que marca la diferencia entre Maravilla y otros grandes del deporte argentino como Bonavena o Maradona son la humildad, el respeto y la falta de soberbia. Al ser boxeador, se esperaba quizá que tirara frases como: “A Cotto le voy a dar una paliza”. Sin embargo, sus palabras, en los escasos contactos que tuvo con la prensa, fueron para el legendario Freddie Roach, entrenador de su contrincante, catalogándolo como gran contador de chistes.

Respondiendo a una pregunta de PERFIL esta semana en el salón de prensa del Madison Square Garden sobre su popularidad, Maravilla dijo: “Creo que hoy el pueblo argentino se siente bien representado por deportistas, no sólo por fajadores”, dándoles crédito a colegas como el Chino Maidana y Lucas Matthysse, y hasta nombrando a las boxeadoras femeninas. “Estamos tratando de dejar un buen ejemplo como deportistas y como seres humanos; ahí es donde viene el apoyo del pueblo”, concluyó Maravilla. Y con respecto a su rival de esta noche, declaró: “No siento odio por Cotto, es un gran profesional a quien respeto mucho, y el sábado tengo que demostrarlo”. Fue cauto cuando se le preguntó sobre ciertas discrepancias con la Federación, que pidió estudios para saber cómo estaba de sus lesiones, algo poco usual en el boxeo. Maravilla hace lo suyo, no le importó que hubiera presiones externas. “La verdad es que el que va a pagar va a ser Miguel Cotto”, remata.

En general, desde que llegó a Nueva York, en sus acercamientos con los periodistas ha sido cuidadoso con sus palabras. Repitió que le gustaría algún día contar con el reconocimiento popular de alguien como Lionel Messi.

Su único costado irónico se coló, precisamente con la prensa, cuando –guión mediante– expresó: “Lo que a veces me hace pensar es la falta de creatividad a la hora de preguntarme de los periodistas, es todo tan repetitivo […] Pero no los odio, yo vivo de ustedes también, esto es mutuo”.


Batiendo la adversidad, el domingo por la madrugada Maravilla puede finalmente consagrarse como gran ídolo argentino. Un “héroe” deportivo de una nueva camada, que cambió los descontroles privados por el trabajo a conciencia, que triunfa en el extranjero, se asegura un futuro con tranquilidad económica y vende merchandising. Un ídolo humilde y efectivo.

 

Puños, dólares y ¿despedida?

Después de 14 meses de silencio boxístico tras la desteñida victoria ante Martin Murray, Martínez quiere dar el examen reivindicatorio ante Miguel Angel Cotto. Esta, se presume, será la última gran pelea de su carrera en Estados Unidos. Está previsto que el choque comience a las 0.30 del domingo. A los 39 años y con un récord que es útil para los negocios, pero que también marca los últimos pasos de una campaña intachable en el  boxeo, el argentino tendrá en la figura de Cotto al rival más prestigioso de toda su carrera y un aliciente económico: si bien no trascendieron las bolsas oficiales, se espera que Martínez, gane alrededor de US$ 3 millones.