“Finalmente en Chicago volvieron los Rolling Stones, con esa honestidad impecable que se simboliza con más de cincuenta años de historia, con un show de aproximadamente dos horas, que arrancó con Street Fighting Man y finalizó con dos bises que fueron Gimme Shelter y Satisfaction. Con una entrega que emociona y no hace más que demostrar por qué son únicos.” Así se expresaba Daniel Grinbank en su cuenta de Instagram.
El empresario argentino que posibilitó que la mítica banda actuara por primera vez en Argentina en 1995 –y quien luego produjo las sucesivas visitas– utilizó esa red social ya el jueves para mostrar cómo se estaba montando el show que marcó el regreso de Mick Jagger al escenario después de que los Stones anunciaran la cancelación de su gira el pasado 30 de marzo por un tema de salud del cantante. Añadía el comunicado oficial: “Los médicos le han dicho a Mick que no puede salir de gira en este momento, ya que necesita tratamiento médico. Los doctores también han avisado que lo mejor es esperar a la recuperación completa para poder volver al escenario cuanto antes”. Le siguió una cirugía cardíaca y una recuperación de la que el propio Jagger dio cuenta en redes sociales. “Gracias a todos por los mensajes de apoyo. Me encuentro mucho mejor y en proceso de recuperación. Y también un enorme agradecimiento a todo el personal del hospital por realizar un excelente trabajo”, fue el primer posteo. A ese le siguieron otros donde incluso se filmó ensayando una coreografía en un estudio de baile.
A escena. Y finalmente volvió una noche. La del viernes y fue en el Soldier Field –el estadio de Chicago Bears–, en Chicago. Las crónicas del show recurren a tres verbos que resultan inherentes a Jagger en escena: saltar, girar, correr. Y eso fue lo que hizo en ese escenario norteamericano.
Ante una multitud de unas 60 mil personas “noche de su show debut”, detalló Grinbank, “hicieron una selección de repertorio del cual solo dos temas fueron compuestos después de 1981, Sad Sad Sad (del álbum Steel Wheels de 1989) y You got me Rocking (de Voodoo Lounge, de 1994). Y sin embargo todo el show suena fresco, vigente y renovado porque juegan a tocar siempre con pequeños matices que iluminan cada performance. Richards le propone siempre juegos a Ronnie (Wood) como si estuvieran aprendiendo las canciones mientras las ejecutan en una maraña de disonancia y distorsión. Jagger se sonríe con Charlie Watts y ese ADN festivo convierte a cada show en una experiencia única. Porque siguen disfrutando de tocar y esa honestidad con ese sentimiento hacen que sean los Stones.” Jagger cantó durante más de dos horas en un escenario con el horizonte de la ciudad de Chicago. Esta ciudad cuna del blues fue considerada durante mucho tiempo como una inspiración artística de la banda.
“Amamos tanto Chicago que decidimos comenzar la gira (del No Filter tour) aquí en lugar de hacerlo en Miami”, explicó Jagger a la multitud. Luego saludó con un efusivo grito a Lori Lightfoot, quien el 2 de abril pasado asumió como alcaldesa de la ciudad (la tercera más grande de Estados Unidos). Con su victoria en segunda vuelta, Lightfood se convirtió en la primera mujer afroamericana y abiertamente lesbiana que ocupa tamaño cargo.