El cineasta estadounidense John G. Avildsen falleció ayer a los 81 años. Alcanzó el techo de su trayectoria profesional en 1976 gracias a su labor en Rocky, la famosa película escrita y protagonizada por Sylvester Stallone sobre un boxeador de origen humilde.
Anthony, uno de los hijos del director, apuntó que su padre murió por un cáncer de páncreas en Los Angeles. Avildsen se llevó la estatuilla al Mejor Director por Rocky, y ésa no sería su única participación en la saga: también Stallone lo contrató para que lo dirigiera en 1990, en la quinta película de su exitoso personaje. El actor publicó un emotivo mensaje en Facebook: “El gran director John G. Avildsen, quien ganó el Oscar por dirigir Rocky, descansa en paz. Estoy seguro de que seguirás dirigiendo grandes éxitos en el cielo. Gracias”.
Del box al karate. Sin embargo, ésa no fue la única película con la que se lo identificó: en 1984 hizo también Karate Kid, un largometraje acerca de la relación entre un maestro de artes marciales y un joven aprendiz.
Fanático de las temáticas de lucha, Avildsen también se hizo cargo de la segunda y la tercera parte de Karate Kid, que se estrenaron en 1986 y 1989 respectivamente. En su filmografía se encuentran, además, Salven al tigre, protagonizada en 1973 por Jack Lemmon –que logró su único Oscar como Mejor Actor por su actuación–; La fórmula, en la que tuvo delante de su cámara a dos grandes de la actuación mundial, Marlon Brando y el inglés John Gielgud; Malditos vecinos, encabezada por John Belushi y Dan Aykroyd; y en 1999, Inferno, su último trabajo, también con otra estrella de las artes marciales, Jean-Claude Van Damme.
Avildsen nació el 21 de diciembre de 1935 en Oak Park, Illinois. Su primer film, en 1969, fue Turn on to Love. Pero, salvo los cinéfilos, pocos asocian su nombre al éxito de taquilla que resultó la primera Rocky. La película, cuyo guión también fue de Stallone, se realizó con un presupuesto de un millón de dólares y generó 225 millones. Y además, el actor logró también fama mundial.
El 24 de marzo de 1975, Avildsen vio el combate entre Muhammad Ali y Chuck Wepner, pelea en la que se basa la idea fundamental de Rocky. La noche de la pelea, Stallone, inspirado, fue directamente a su casa y, al cabo de tres días, ya había escrito el guión: intentó venderlo con la intención de interpretarlo. A pesar de que les gustó a los productores, tenían en mente a una estrella ya consagrada, como Ryan O’Neal, Burt Reynolds o Robert Redford, para el protagonista; incluso le ofrecieron mucho dinero para que desistiera de protagonizarla, algo que rechazó hasta que el estudio le permitió serlo. Pero el Oscar fue para Avildsen.