Pisó el Colón por primera vez en 2005 y este jueves Juan Diego Flórez lo hará de nuevo con un recital que incluso se verá por streaming. Considerado a nivel mundial uno de los mejores tenores de su generación habló con PERFIL ante de su actuación en Buenos Aires.
—¿Por qué incluyó temas representativos para los argentinos en su reciente CD?
—Quise incluir temas que cantaba cuando era chico y que representan a varios países de América Latina. Tenía que ir algo de Gardel porque cuando era chico mi abuela tocaba tangos al piano y yo un poco crecí con la figura de Gardel. Para mí Volver es importantísima y la canté con guitarra en varios de mis conciertos como bis. Solo le pido a Dios también; sobre todo en un show en las Naciones Unidas; y Canción con todos es un tema que hacía desde chico cuando cantaba sobre todo temas de la nueva trova.
—En 1987 la lírica no estaba en su vida, sí el rock y el pop e imagino que escuchaba rock argentino...
—Sí, lo que más se oía era Soda Stereo y Charly García. Pero yo crecí con Sui Generis, cantaba mucho sus temas porque eran muy bonitos e iban bien con la guitarra. Y es cierto, no crecí con la ópera; ella vino a partir de mi ingreso al conservatorio. Allí descubrí ese mundo, me gustó y decidí que iba dedicarme a eso pero no fue lo que absorbí de chico.
—Usted, Ramón Vargas y Rolando Villazón son latinos, además de los mejores a nivel mundial. Y se los ve como los “tres tenores” que reeemplazarán a Domingo, Carreras y Pavarotti.
—Esa época marcó un hito y es irrepetible. Creo que lo importante es otra cosa, es esta revolución musical que estamos viviendo en América Latina sobre todo con los movimientos orquestales que tienen como objetivo el rescate de los niños más pobres mediante la música, hacerlos tocar en una orquesta, en coros... y mediante eso generar grandes músicos. Con Sinfonía por el Perú tenemos en mi país ocho mil niños en 21 centros y una gran orquesta juvenil nacional que toca sinfonías, Tchaikovsky, Mahler, Beethoven...
—¿Costó que se interesen por esa música ante, por ejemplo, la invasión del reggaeton?
—Para ellos es diferente. Desde muy chicos ingresan a la orquesta y así como tocan música peruana, tocan Beethoven... No tienen ese prejuicio; en ese espacio se derriban todos los clichés de la música clásica como el de que es elitista. En Lima, por ejemplo, hay más niños que adultos que saben que les gusta música clásica. Si queremos llenar una temporada de conciertos con adultos, no la llenamos; sí con niños. ¡Y lo disfrutan!
—¿Qué opinión tiene de esas puestas en exceso modernas de las óperas que hacen algunos régisseurs?
—Hoy en Europa no gustan las puestas en escena que son tradicionales; siempre se quiere una que sea moderna. Pero la gente tampoco es tonta, no le gustan las cosas que simplemente se hacen para provocar. Y se quejan mucho, hacen mucho buh... Lo moderno está bien y me gusta. Pero lo que no se entiende y ni siquiera lo entiende el director de escena o no te lo puede ni explicar, de eso no soy partícipe.
El parto en casa, sea en Nueva York o en Italia. Juan Diego Flórez y su mujer, Julia Trappe, tienen dos hijos, Leandro y Lucía, y ambos pequeños nacieron por parto natural en la propia casa del matrimonio. El primero incluso fue acuático y en Nueva York en 2011, y la pequeña, en Pésaro (Italia) en 2014. “Sí, fue una decisión nuestra. Creo que no es necesario que los hijos nazcan en el hospital. Así nacieron millones de seres humanos en el pasado. Hay mucho miedo que nos meten en la cabeza, que nos infunden y terminan por condicionarnos. Creo que el parto debería ser algo muy natural, incluso es lo más natural que existe. El día que Leandro nació, yo estrenaba una producción que se transmitía a todo el mundo por los cines y llegué 13 minutos antes del inicio de la ópera no habiendo dormido nada en toda la noche. Esa representación puede verse en DVD, incluso cuando la presentadora anuncia que he sido papá. Y el nacimiento de Lucía salió en los medios italianos por haber sido un parto casero”.