En el acto que encabezó Macri ayer en la ciudad jujeña de Purmamarca se pudo ver a la primera dama muy sonriente acompañada de su hija Antonia. Así Juliana Awada fue protagonista de la tradicional fiesta del “desentierro del diablo”, ritual que inicia el carnaval jujeño y que consiste en ofrendas a la Pachamama y otros ritos festivos en los que se pide por “el bienestar de la Tierra”. La celebración contó con la presencia de varios grupos artísticos, entre ellos el ballet autóctono Juventud Prolongada y la comparsa Los auténticos Chancha Chancha, quienes sumaron baile y música al encuentro.
Esta es la segunda vez que ella asiste a una festividad propia del norte argentino. En noviembre del año pasado, acompañados por varios miembros del gabinete de Macri y por el entonces electo gobernador de la provincia, Gerardo Morales, Awada y Macri asistieron a un emotivo ritual en homenaje a la Pachamama. En esa ocasión, Juliana se mostró muy emocionada con los cantos y ofrendas hechas.
Como siempre que se muestra sola o junto a su marido, Awada hizo gala de su estilo sencillo con atuendos acordes a la ocasión. Su hija Antonia también dejó a todos encantados con la simpatía que genera la mirada asombrada de los chicos de su edad ante un despliegue de tanto colorido. Muchas de esas situaciones quedaron plasmadas en las fotos que Juliana subió a su Instagram.
En estos últimos días, de a poco, ella ha comenzado a aparecer en su rol de primera dama. Si bien esta vez fue con su marido, el atractivo fotográfico que ella genera atomiza la presencia de quienes la acompañaron: Massa, Urtubey, Morales y su propio esposo.
Días antes a este viaje, también como primera dama, visitó la embajada del Líbano en Buenos Aires. Consultada por PERFIL Juliana relató entusiasmada: “Me estaban esperando con los típicos dulces que ellos saben que me encantan y ése fue el detalle más lindo. Fui a la embajada porque el embajador quería transmitirme una serie de mensajes. Me entregó una invitación a un evento en el Líbano y me mostró todas las notas que salieron allá cuando fue la asunción de Mauricio. Me emocioné mucho y pensé que mi papá hubiera estado muy orgulloso de su yerno”. Abraham Awada nació en el Líbano y llegó al país cuando tenía 3 años. “A pesar de que mucha gente cree que mamá es libanesa, ella nació en Argentina, pero su familia es de origen sirio”, explicó a PERFIL.