“Sole querida, no sabés cómo te vamos a extrañar. Tenemos el corazón destrozado, pero gracias, mil gracias a todos los que nos acompañaron en este momento tan duro. Sole, te vamos a extrañar”. Ayer, después de enterrar a su hija, Miguel “Tití” Fernández se permitió decir las primeras palabras. Fue en medio del dolor y a través de su cuenta de Twitter. María Soledad Fernández, de 26 años, falleció en la madrugada del miércoles tras sufrir un accidente automovilístico en Belo Horizonte, lugar al que había viajado para ver el Mundial y acompañar a su padre.
Ayer, a las 10 de la mañana, y luego de una misa en la capilla del cementerio de la Chacarita, los restos de Soledad fueron sepultados. Tití y su mujer, Nora, le dieron el último adiós acompañados de sus seres queridos. “Quiero pedirles un favor: en lugar de ‘fuerza, Tití’, pongan ‘fuerza @Noramillo’, le van a dar mucha fuerza. Gracias”, agregó el periodista en la red social. Totalmente consternados se los vio a sus otros hijos: Gonzalo, María José y María Florencia. Otro de los presentes fue el novio de Soledad, con quien estaba en pareja hacía nueve meses y aún no había sido presentado a la familia.
Tití y su mujer arribaron a las 5.30 del jueves al aeropuerto de Ezeiza, provenientes de Brasil. En el mismo vuelo fueron trasladados los restos de su hija. En el aeropuerto, el periodista estuvo acompañado por Marcelo Araujo y los ex entrenadores de River, Rubén Gallego y Leonardo Astrada.
Los restos de María Soledad comenzaron a ser velados desde el mediodía en una casa de sepelios en el barrio de Belgrano. Jugadores en actividad y ex profesionales, directores técnicos, dirigentes y colegas se acercaron a la sala velatoria para acompañar al comunicador y su familia. Estuvieron presentes: Germán “Mono” Burgos, Marcelo Benedetto, Alejandro Fabbri, Héctor Gallo, Juan Manuel “Bambino” Pons, Diego Simeone, Enzo Francescoli, Mauricio Macri y Reinaldo Merlo. “Vine a saludar a Tití y a su familia. Apenas pude cruzar unas palabras con él. No es momento de hablar, sólo de estar presente”, dijo a PERFIL Mostaza.
Tragedia. María Soledad trabajaba como diseñadora. Tenía una casa de ropa llamada Rompiendo Espejos. Además de ir a disfrutar del Mundial, había viajado a Brasil para festejar el cumpleaños 63 de Tití, el lunes 16 de junio. “Festejando mi cumple con mi hija Sole, que se apareció de sorpresa en Belo Horizonte”, había escrito Tití en su cuenta de Twitter. El miércoles, mientras viajaba desde San Pablo a Belo Horizonte, el automóvil Fiat en el que se trasladaba fue embestido desde atrás por otro coche, provocando un vuelco. Soledad, quien estaba en el asiento trasero y sin el cinturón de seguridad abrochado, perdió la vida al ser despedida del vehículo.
Al otro día, fue un grupo de productores los que le contaron la terrible noticia a Tití. “Trataron de encontrar el momento y las palabras durante el desayuno, pero es imposible tapar el dolor que están sufriendo”, contó Marcelo Benedetto, uno de los tantos periodistas, como Sergio
Gendler, que volvieron desde Brasil para acompañar a su colega. “Amaban profundamente a esta hija, que tenía el sueño ferviente de ser una diseñadora de modas.
Ella fue a darle la sorpresa a su papá en su cumpleaños”, agregó Benedetto. “Mucho amor y rocanrol. La paz por ahora te la debemos”, reza
la página de Instagram del local.
“Esto no fue un accidente, nos chocaron”
Ayer por la mañana regresaron al país los dos productores de la empresa Torneos y Competencias que viajaban junto a María Soledad Fernández antes del choque. Fernando Bruno y Daniel Tervidovicius denunciaron que su vehículo fue chocado por un auto que los llevó por delante y luego se dio a la fuga. “No fue un accidente”, remarcó Bruno, quien conducía la camioneta Fiat antes de doblar y caer a un barranco de seis metros tras ser chocada de atrás por un Volkswagen Golf. “En un momento veo por el espejito que a unos 500 o 600 metros venía una luz de un auto, algo normal en una ruta. En menos de 5 o 6 segundos, ya lo tenía pegado atrás. Le digo a Daniel ‘nos chocan, nos chocan’: y nos pegaron de lleno atrás, nos tiraron a la banquina”, relató Bruno. “Esto no fue un accidente: nos chocaron, nos llevaron por delante, volcamos. No tenemos palabras para describir esto. Nos tomaron declaración, nos dijeron que estaban detenidas las personas que habían cometido esta brutalidad”, agregó Tervidovicius. Bruno indicó que, tras el siniestro, pidieron el control de alcoholemia para que no hubiera ninguna duda. “Me dio cero a mí que manejaba y cero a Daniel, que estaba de acompañante. Veníamos de trabajar todo el día en el partido de Argentina. Estábamos descansados, habíamos dormido bien. Era una ruta muy buena, era un viaje que en cinco horas se hacía”, precisó. Y agregó: “Estamos dolidos. Queremos dar las condolencias a la familia de Tití. Estuvimos con él la noche antes de que volviera”.